El mayor accionista del Banco Espírito Santo se declara en insolvencia

  • El principal accionista del Banco Espírito Santo (BES) se declaró hoy en insolvencia después de que las autoridades de Luxemburgo -donde está radicada su sede- le negasen la posibilidad de entrar en concurso de acreedores.

Lisboa, 9 oct.- El principal accionista del Banco Espírito Santo (BES) se declaró hoy en insolvencia después de que las autoridades de Luxemburgo -donde está radicada su sede- le negasen la posibilidad de entrar en concurso de acreedores.

En un comunicado publicado por la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), el Espírito Santo Financial Group informó de que también se declara en bancarrota su filial Espírito Santo Financière, con negocios en Francia y en Suiza.

"Se espera que el tribunal de Luxemburgo competente en materia comercial apruebe la orden de insolvencia y nombre a uno o más" administradores en su audiencia de mañana 10 de octubre, reza el comunicado

Los responsables de la compañía, una de las sociedades que pertenecen al Grupo Espírito Santo y que agrupaba toda el área financiera del emporio familiar -incluido el BES-, señalaron que esta declaración de bancarrota se produce por la negativa de Luxemburgo a permitirle entrar en "gestión controlada", una figura legal equivalente al concurso de acreedores.

Además de ser el principal accionista del BES con el 20,1 % de su capital, el Espírito Santo Financial Group es propietario del 100 % del ES Bank en Panamá y del Banqué Privée en Suiza, así como del 95 % del ES Bankers en Dubái.

El BES fue intervenido el pasado mes de agosto por el banco central de Portugal debido a las multimillonarias pérdidas (3.600 millones de euros) contabilizadas en julio después de un análisis pormenorizado de sus cuentas, que descubrió toda una serie de operaciones ocultas.

Una de las principales causas de estos perjuicios fue la "exposición del banco a otras empresas del Grupo Espírito Santo" en riesgo de quiebra, lo que le obligó a reforzar sus provisiones por posibles impagos.

Dada su delicada situación, el banco central luso decidió intervenirla y dividirla en dos: una parte con sus activos tóxicos que mantiene el mismo nombre y otra con sus activos saludables agrupados en una nueva entidad llamada "Novo Banco".

De esta forma, son los accionistas del BES -además del Espírito Santo Financial Group destacan el francés Crédit Agricole, la brasileña Bradesco o Portugal Telecom- los que deberán asumir las pérdidas.

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