El mercado francés se recupera tras una de sus mayores "jornadas negras"

  • El mercado bursátil francés, que ayer protagonizó una jornada negra por los rumores sobre una degradación de la nota de su deuda y la solvencia de sus bancos, se recuperó hoy del desplome por la influencia de Wall Street y los mensajes tranquilizadores de sus principales responsables.

París, 11 ago.- El mercado bursátil francés, que ayer protagonizó una jornada negra por los rumores sobre una degradación de la nota de su deuda y la solvencia de sus bancos, se recuperó hoy del desplome por la influencia de Wall Street y los mensajes tranquilizadores de sus principales responsables.

La agitada jornada del miércoles mantuvo hoy su convulsión y pese a haber abierto con un alza de casi el 3 por ciento impulsada por la subida de los bancos, a media mañana el parqué parisino había invertido esa tendencia empujada por esos mismos valores.

La Bolsa gala, al igual que las del resto de Europeas, cerró finalmente con ganancias, en este caso con un alza del 2,89 por ciento, en un día marcado de nuevo por los rumores sobre algunos de sus valores.

La posibilidad de que Francia podría ver degradada la nota de su deuda soberana, desmentida tanto por las agencias de notación como por el Ministerio de Economía, centró ayer unos comentarios que hoy se centraron en BNP Paribas, la mayor entidad bancaria del país.

Sobre ese banco circuló que prepara una provisión excepcional de 500 millones de euros para afrontar pérdidas suplementarias ligadas a la deuda griega, información no confirmada y pese a la cual acabó con un alza del 0,31 por ciento.

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, intervino para dejar constancia de que "las recientes evoluciones de los mercados bursátiles no afectan la solidez financiera de los bancos franceses y la capacidad de resistencia de la que han hecho gala desde el principio de la crisis".

En esa nota recordó que las cuatro entidades examinadas a mediados de julio en las pruebas de estrés -BNP Paribas, Crédit Agricole, Société Générale y Banque Populaire Caisse d'Epargne (BPCE)- superaron los umbrales requeridos de solvencia.

La Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), el supervisor de la Bolsa de París, participó hoy en ese intento por calmar las tensiones afirmando que observará "especialmente" la cotización de los valores bancarios y que "en periodo de turbulencias económicas" su labor de gendarme bursátil les obliga a ser "especialmente vigilantes".

A lo largo del día emitió un segundo comunicado denunciando que "el funcionamiento normal de los mercados se ha visto alterado por el lanzamiento de rumores infundados sobre los valores financieros que cotizan en París", y avanzó que la difusión de ese tipo de información "es susceptible de sanción".

En la sucesión de comunicados oficiales participó igualmente la presidencia gala, que en un momento en que la preocupación por los problemas de endeudamiento de Europa, que tiene ahora en el punto de mira a Francia, anunció una reunión el próximo martes entre Nicolas Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel.

El objetivo de ese encuentro, según la nota, es abordar los acuerdos alcanzados en la cumbre del Eurogrupo del pasado 21 de julio para el segundo paquete de rescate a Grecia, y lanzar propuestas concretas al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, para reforzar la situación en la eurozona.

Esa reunión tendrá lugar un día antes de que el Gobierno francés someta a un primer análisis nuevas medidas para garantizar el respeto de los objetivos marcados para reducir el déficit público del país, que este año se prevé que alcance el 5,7 por ciento del PIB y en 2012 se quiere llevar al 4,6 por ciento.

Así se decidió después de Sarkozy convocara a los principales miembros del Ejecutivo para estudiar nuevos puntos para poder cumplir los compromisos de Francia de reducción de su déficit, que serán adoptados el próximo 24 de agosto.

Fue la respuesta del Ejecutivo a la incertidumbre que pesaba sobre la deuda soberana francesa y a la desconfianza con la que los inversores han pasado a mirar a Francia, que ha asegurado, no obstante, que alcanzará su objetivo "cualesquiera que sea la evolución de la situación económica".

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