El primer ministro de quebec busca inversores españoles para su plan nord, a desarrollar en 25 años


El primer ministro de Quebec, Jean Charest, presentó hoy en el Foro de la Nueva Economía su Plan Nord, con el que espera desarrollar económicamente la parte septentrional de esta provincia canadiense y con cuyas oportunidades de inversión trató de seducir a los empresarios españoles que asistieron al acto.
El protagonista de la edición de hoy de este evento informativo, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, fue presentado por Juan Miguel Villar Mir, presidente del Grupo Villar-Mir, que ha recibido a través de su constructora OHL contratos para trabajar en Quebec.
Villar Mir destacó los "récords" de juventud con que Charest ha logrado sucesivamente el acta de diputado canadiense y la jefatura de Gobierno de Quebec, que ostenta desde 2003.
Con verbo vehemente y apelativo, el ponente presentó sus credenciales mencionando el acuerdo con Francia para la movilidad de mano de obra entre ambos países, cuyos nacionales ven reconocida su profesión en el otro país, asegurando que, de aquí a cinco años, "habrá una carrera para contratar talentos" y ellos quieren ser los primeros. También recordó la construcción de dos hospitales y un parque eólico con capital preferentemente español.
A partir de ahí, Charest vendió a su auditorio las bondades del llamado Plan Nord, que espera llevar a cabo durante 25 años para desarrollar la región que está al norte del paralelo 49º; una zona de 1,3 millones de kilómetros cuadrados y sólo 120.000 habitantes que retrató como "uno de los últimos territorios vírgenes del planeta", ya que el 60% está sin explorar.
El primer ministro de Quebec hizo bandera de su responsabilidad con el medio ambiente, anunciando que el 50% de ese territorio será declarado protegido y defendiendo las energías renovables, fuente del 98% de la energía que produce el territorio.
"EL ALUMINIO MÁS VERDE"
En particular, destacó que Quebec es el cuarto productor mundial de energía hidroeléctrica y que el plan prevé una nueva inversión de 80.000 millones de dólares canadienses, de los que 47.00 los aportará la empresa pública Hidro Quebec. "Tenemos el aluminio más verde del mundo", enfatizó, vinculando la fiabilidad del suministro eléctrico a las exigencias de esta industria.
Charest tentó a los empresarios presentes en el foro con la mención de varias minas que se excavarán en el territorio, una de ellas de diamantes, con la existencia de gas y petróleo y con la posibilidad de inversión en infraestructuras, que su Gobierno contratará por un valor total de 33.000 millones.
Él mostró su disposición a participar con capital público, pero nunca como accionista mayoritario que dirija la empresa, sino como minoritario en proyectos estratégicos. Para ello tiene destinado un presupuesto de 500 millones.
Según dijo, en Quebec se valora el "know-how" de los empresarios españoles en infraestructuras, ingeniería y energías renovables. Por eso reclamó su participación en esta "oportunidad única" que consituye el Plan Nord, con proyectos que casi siempre serán "de gran envergadura", y en los que se estudiará "caso por caso" el tipo de coparticipación pública y privada.
Con lo único con lo que se mostró inflexible fue con la posibilidad de acortar los plazos a los informes de impacto medioambiental que se le sugirió en una pregunta. "La respuesta es no", aclaró, mostrándose partidario de, en todo caso, hacer lo contrario. "Hay que respetar los procesos de evaluación medioambiental. Eso va en el interés de todos", concluyó.

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