El PS luso pide una mayoría absoluta y cierra filas sobre el caso Sócrates

  • La aspiración de alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones del 2015 y el distanciamiento sobre el encarcelamiento del ex primer ministro José Sócrates son las grandes conclusiones del XX Congreso del Partido Socialista portugués (PS), el principal de la oposición.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 30 nov.- La aspiración de alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones del 2015 y el distanciamiento sobre el encarcelamiento del ex primer ministro José Sócrates son las grandes conclusiones del XX Congreso del Partido Socialista portugués (PS), el principal de la oposición.

El encarcelamiento de Sócrates fue un tema latente durante todo el fin de semana del congreso socialista, aunque el tema quedó blindado, a petición del recién designado máximo dirigente del partido y alcalde de Lisboa, António Costa, que solicitó separar la acción política de la justicia.

Sócrates, primer ministro de Portugal entre 2005 y 2011 y secretario general de los socialistas entre 2004 y 2011, está desde el pasado martes en prisión provisional por presunto fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción.

En el discurso de clausura tras ser proclamado secretario general del PS y candidato a primer ministro, Costa no mencionó el caso Sócrates y sí ahondó en la importancia de contar con una mayoría absoluta el próximo año para defender el Estado social de los cortes.

Intentó, además, adoptar un tono conciliador ante las fisuras abiertas dentro del partido por las primarias del pasado septiembre.

Aseguró que los socialistas están "más fuertes" y unidos que antes para derrocar a los partidos conservadores del gobierno, aunque, indirectamente, asumió discrepancias internas.

Hay que "respetar la libertad de cada uno, después del debate franco y frontal (...) ahora el PS es un partido uno, firme y determinado" para ganar la confianza de los portugueses, alegó Costa.

Costa desbancó como líder del PS a António José Seguro en unas primarias el pasado septiembre caracterizadas por luchas fratricidas, de alguna manera reavivadas en este congreso por algunas declaraciones de notables dirigentes.

Las más notorias corrieron a cargo del eurodiputado socialista Francisco Assis y el antiguo secretario general de la UGT lusa, Joao Proença.

Ambos, partidarios de Seguro -secretario general entre 2011 y 2014-, lamentaron que el órgano ejecutivo más cercano a la secretaría general, la comisión ejecutiva, no tuviese ningún representante "segurista".

Assis, que ya fue candidato a liderar el PS en 2011, abandonó el Congreso este sábado disgustado por no haber tenido tiempo de poder expresar su postura.

A juicio de Assis, deben tenderse puentes hacia el centroderechista Partido Social Demócrata (PSD, actualmente en el Gobierno), en caso de que no tenga mayoría absoluta en las elecciones del 2015, pues los partidos más a la izquierda, los comunistas y el Bloque de Izquierda, se han cerrado en banda a posibles acuerdos.

Esta corriente precisamente fue la censurada por altos dirigentes del PS, que alertaron de que el electorado no entendería un giro a la derecha.

En el órgano directivo de Costa sí figuran, sin embargo, tres ex secretarios de Estado cercanos a José Sócrates.

En cualquier caso, Costa, de 53 años, centró su discurso de cierre en abogar por una nueva corriente en Europa, con críticas al PSD y a los democristiano del CDS-PP (que también forma parte del gobierno) y en lanzar un guiño a los partidos más a la izquierda.

"Queremos una moneda única, una moneda común, que genere prosperidad compartida para todos y no solo para algunos", dijo Costa, quien demandó un nuevo rumbo europeo que contribuya a erradicar las consecuencias de la crisis y evitar otras futuras.

Lanzó fuertes ataques a "la derecha" que gobierna Portugal por los ataques al Estado social a través de cortes en la sanidad y la educación e intentó atraer a las fuerzas más a la izquierda.

El Partido Comunista Portugués (PCP), que cuenta con un 10 % del apoyo electoral, el Bloque de Izquierda (BE, por sus siglas en portugués), con un porcentaje algo menor, y el recién creado Partido Livre, del disidente del Bloque Rui Tavares, fueron blanco de sus llamamientos.

Costa dijo que se esforzará en atraer a estas formaciones para ser parte de la "solución" y no para mantenerse como meros agentes de "protesta".

Los ex presidentes Jorge Sampaio y Mário Soares, dos históricas figuras del PS, también acudieron a la clausura entre la ovación de los militantes.

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