El rally del yen mete miedo a todos, menos a EEUU y…¿Japón?

  • Patriotismo, los intereses de Estados Unidos y las propias constantes vitales de la economía de Japón. Con estos tres ingredientes se está cociendo el guiso de la fuerte subida de la divisa japonesa, el yen. Un rally que, sólo aparentemente, va contra el sentido común tras el terremoto que se ha llevado ya hasta el 3% del producto interior bruto (PIB) del país. 
Cotización del yen frente al dólar
Cotización del yen frente al dólar
lainformacion.com
E.Utrera

¿Un yen más fuerte que nunca en un país en el que el seísmo del 11 de marzo puede adelgazar la economía en 130.000 millones de euros y que ya se ha llevado 300.000 millones del valor de las empresas en bolsa? Lo que a primera vista parece un sinsentido, está sin embargo perfectamente justificado.

El yen no para de subir frente al dólar, frente al estupor de los expertos, que llevan toda la semana esperando una intervención para frenar la subida. Esta madrugada se ha producido al fin, con el apoyo del G-7, y aha provocado una caída del 2% en la cotización del yen frente al bilelte verde.

En cualquier caso, la divisa japonesa sigue alrdedor de los 80 yenes frente al dólar a pesar de que la incertidumbre sigue en máximos en un país pendiente de la central nuclear de Fukushima.Éstas son las razones:

-Repatriación de capitales. Ningún otro factor pesa más en la revalorización del yen que la vuelta a casa de capitales que tanto el Gobierno como los más potentes inversores institucionales del país tenían colocados fuera de Japón.

El objetivo no es otro que apoyar la reconstrucción de la nación. Tanta liquidez de vuelta a casa se ha unido a las inyecciones de capital realizadas por el Banco de Japón para parar la tormenta en los mercados de bolsa y de divisas.

Ya en el final de la semana, el banco central nipón podría colocar otros 80.000 millones de euros que se sumarían a la catarata de millones, 309.000 millones, que han intentado atajar el pánico desde el viernes pasado.

-Caldo de cultivo. Así denomina Alexis Ortega, de la firma especialista en divisas FinAgentes, los escenarios radicalmente opuestos en los que Japón y Estados Unidos defienden sus respectivos intereres.

"Por un lado está la coyuntura de un país con superávit comercial y por cuenta corriente, y además muy exportador como Japón, lo que justifica un yen alto. Y por otro el interés de Estados Unidos, que arrastra un gran déficit, por mantener un dólar bajo para dinamizar su economía", explica Ortega, que recuerda que el avance del yen no es nuevo: no ha dejado de subir desde 2007 y el terremoto no ha hecho más que acelerar esta tendencia.

-La paradoja de la subida. El brusco movimiento alcista del yen es calcado al que experimentó en 1995, tras el terremoto de Kobe. En aquella ocasión, la recuperación desde el nivel de los 80 yenes fue rápida. "Pero ahora la situación no es la misma. Entonces, Estados Unidos no necesitaba un dólar débil como ahora, lo que puede retrasar el repliegue del yen", explica Ortega.

Por lo tanto, el daño a las exportaciones japonesas puede ser está vez más potente y prolongado si la divisa sigue en máximos de quince años. Como señala José Luis Martínez, de Citi, "el escenario es muy complicado y aún no se sabe si el alcance será del 3% del PIB. Podría ser del 7%, o incluso del 8%".

-Las ventajas de un yen alto. Una divisa alta frente al dólar castiga las exportaciones japonesas, pero la moneda también tiene cara. Por ejemplo, la del coste del petróleo.

La subida del yen desde que empezó la crisis ha hecho que el impacto en Japón de la subida del oro negro sea mucho menor que la mayoría de los países. ¿La razón? Que los precios del crudo están fijados en dólares y que el billete verde no ha dejado de perder valor frente al yen desde 2007.

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