El uso de gafas protege los ojos en caso de disparo del airbag

  • El uso de gafas no produce lesiones y protege los ojos en caso del disparo del airbag, según concluyen las pruebas de impacto severo efectuadas por el Real Automóvil Club de España (RACE) y la Fundación de la compañía óptica Alain Afflelou.

Madrid, 29 nov EFE.- El uso de gafas no produce lesiones y protege los ojos en caso del disparo del airbag, según concluyen las pruebas de impacto severo efectuadas por el Real Automóvil Club de España (RACE) y la Fundación de la compañía óptica Alain Afflelou.

Estas dos organizaciones han realizado un análisis de los riesgos de un airbag para la visión dentro de la campaña "Cuida tus ojos, ellos también conducen".

Aunque la eficacia del airbag está fuera de toda dura, según el RACE y la Fundación, un análisis previo de las investigaciones llevadas a cabo sobre el riesgo ocular en accidentes de tráfico demuestra que este sistema puede llegar a provocar lesiones en los ojos, ya sea por contacto con los materiales, los gases o la alta temperatura, incluso a bajas velocidades.

Sin embargo, un conductor con gafas en un choque severo y la activación del airbag, no sufre daños provocados por la montura, ni se produce rotura de los cristales.

Tampoco se detectan lesiones oculares originadas por la abrasión o la exposición a los gases, según el resultado de las pruebas.

Los datos de la DGT muestran que más de 8,5 millones de conductores tienen restricciones de visión (obligados a llevar gafas), lo que supone un 32,36 % del total del censo.

A estos números hay que sumar los 15 millones de conductores que hacen uso habitual de gafas de sol, y que pueden sufrir las mismas consecuencias ante la activación del airbag, un sistema de seguridad equipado en, al menos, 13 millones de vehículos en España.

El airbag, en combinación con el cinturón de seguridad, es uno de los elementos que más ha ayudado en la prevención de lesiones severas, aumentando las posibilidades de supervivencia de los ocupantes al evitar impactos directos contra los elementos rígidos del habitáculo.

Uno de los riesgos de la activación del airbag es el daño que puede producir en los ojos, ya que la cabeza y el tórax impactan de forma directa contra el cojín de aire, quedando envuelto en la tela mientras el airbag empieza a desinflarse.

Otro de los peligros derivados de su activación son los producidos por abrasiones (por su alta temperatura) o la emanación de los gases.

En España, según los datos de la DGT en 2010, se produjeron 22.699 ingresos hospitalarios de pacientes que presentaban 42.467 lesiones registradas como consecuencia de un accidente de tráfico.

De todas las lesiones atendidas, un 0,59 % del total presentó daños en los ojos (252 casos).

Otros estudios calculan que entre un 2,5 % y el 3,7 % de los accidentes de tráfico provocan lesiones oculares.

Entre las conclusiones más importantes recogidas tras una revisión bibliográfica sobre los daños oculares provocados por accidentes de tráfico, y su relación con la activación del airbag, destaca el aumento progresivo de las lesiones oculares provocadas por el airbag en los últimos años.

El RACE y la Fundación Afflelou han elaborado una lista de recomendaciones, entre las que figura la distancia correcta entre el volante y el conductor, que debe ser de entre 25 y 30 centímetros, lo que garantiza el inflado correcto del airbag en caso de un impacto.

Una posición muy adelantada puede suponer un impacto contra los elementos rígidos del vehículo al no estar inflado el cojín de aire.

Se recuerda el uso del cinturón de seguridad en todos los recorridos y la necesidad de mantener siempre una postura y una posición correcta en sus asientos para mejorar la eficacia de los sistemas de protección.

En el caso de uso de gafas, se recomienda la utilización de cristales de policarbonato porque es 12 veces más resistente que un cristal convencional, un 30 % más ligero y ofrece una protección 100 % a los rayos UVA y UVB.

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