Espadas en alto

  • La crisis chipriota, una nueva herida abierta en las economías del sur de Europa, augura una semana de movimiento entre los inversores para ver si se disipa la incertidumbre que ha creado en los mercados de deuda de la zona del euro desde mediados de marzo.

Jesús María Alonso

Madrid, 30 mar.- La crisis chipriota, una nueva herida abierta en las economías del sur de Europa, augura una semana de movimiento entre los inversores para ver si se disipa la incertidumbre que ha creado en los mercados de deuda de la zona del euro desde mediados de marzo.

La reapertura de los bancos de la isla y la posibilidad de que las restricciones monetarias del "corralito" se amplíen por un mes dejan el alto las espadas en esta crisis, insinuándose incluso desde entidades bancarias la eventual salida de Chipre del euro, lo que ha obligado a su presidente, Nikos Anastasiadis, a rechazarlo de plano.

La complejidad de la fórmula aplicada a Chipre por el Eurogrupo -limitaciones de efectivo en los bancos, salida de dinero del país y pagos con tarjetas- ha sembrado la preocupación entre los ciudadanos que desde este jueves se han acercado a las oficinas bancarias para resolver sus problemas monetarios perentorios, como pagar deudas domésticas, alquileres o alimentación.

Todo para salvar al sistema bancario con un rescate de 10.000 millones de dólares, y pese al desliz del presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, que el lunes sembró el pánico en los mercados al dejar abierta la posibilidad de intervenciones similares de la UE en otros países con sistemas financieros tocados.

Dijsselbloem dijo que Chipre no era un "patrón" exportable, pero evitó descartar que se repita el modelo de rescate en otros casos de reestructuración bancaria en lo relativo a las pérdidas que sufrirán accionistas, bonistas y los depósitos de más de 100.000 euros en la isla, lo que encendió la mecha en los mercados: el IBEX 35 cayó un 2,27 % en esa jornada y la prima de riesgo se disparó.

Como colofón al problema bancario chipriota, la prensa ha destapado un escándalo de corrupción de dimensiones insospechadas al revelar que los principales bancos del país han condonado jugosas deudas a políticos, empresarios y sindicalistas locales. Más leña al fuego.

El próximo jueves, el Banco Central Europeo (BCE), una de las tres patas de la "troika" acreedora de Chipre (junto a la Comisión Europea y el FMI), discute en su reunión mensual de política monetaria la situación coyuntural de la zona de euro después del rescate. Ese mismo día se conoce la decisión del Banco de Inglaterra y del de Japón en sus ámbitos monetarios.

La semana posterior a la Semana Santa, salvo el habitual balance provisional del sector turístico tras unos días festivos lluviosos y afectados por la caída del gasto de los españoles, deja poca agenda económica, destacando en España los datos del paro registrado y la afiliación a la Seguridad Social en marzo (martes).

El lunes, el Banco de España actualiza el euríbor de marzo y los datos de depósitos bancarios de febrero, y el martes, el INE publica las cuentas trimestrales no financieras de sectores institucionales.

En indicadores internacionales destacan el desempleo en febrero y la inflación adelantada de marzo en la zona del euro y la UE, y lso datos de empleo en EEUU en marzo y el comercio exterior de bienes y servicios en febrero.

El amago de la prima de riesgo, impulsada por los vaivenes de la crisis chipriota, de desbordarse de nuevo por encima de los 400 puntos básicos, se saldó con un cierre mensual a 377, a la espera de la subasta de bonos del próximo jueves.

Las principales bolsas del mundo, menos Nueva York, varias de Asia y Sao Paulo, no abren el Lunes de Pascua, igual que hicieron el Viernes Santo, con lo cual los inversores podrán valorar con más sosiego la retahíla de acontecimientos en torno a Chipre.

Wall Street mantuvo su particular fiesta bursátil de los últimos tiempos: el selectivo S&P 500 logró el jueves su máximo histórico (1.569 puntos) y se situó a niveles previos a la crisis económica, tal y como hizo el Dow Jones hace tres semanas. El índice que reúne a las mayores industrias ha subido en el primer trimestre de 2013 un 11,2 %, el mejor periodo enero-marzo desde 1998.

Muy distinta es la situación en la bolsa española: el IBEX 35 cerró marzo en 7.920 puntos, en el peor mes desde julio pasado (-3,77 %). Un tono similar siguieron el resto de las bolsas europeas, aunque con descensos más suaves.

El euro abre el lunes en torno a 1,28 dólares en Fráncfort, y el petróleo ha tenido una tendencia alcista: 110 dólares el barril de crudo Brent en Londres y 97 dólares el Texas en Nueva York, con una subida en ambos mercados superior a los dos dólares.

Mostrar comentarios