Exconsejero CAM afirma que el Consejo no leía las actas, sólo las "comentaba"

  • El exconsejero de Caja Mediterráneo (CAM) Salvador Piles ha explicado hoy que las actas del Consejo de Administración de la entidad no se leían, sólo se "comentaban" y ha asegurado que los que aprobaban estos documentos eran el presidente y el secretario.

Valencia, 4 jun.- El exconsejero de Caja Mediterráneo (CAM) Salvador Piles ha explicado hoy que las actas del Consejo de Administración de la entidad no se leían, sólo se "comentaban" y ha asegurado que los que aprobaban estos documentos eran el presidente y el secretario.

En su comparecencia ante la Comisión de Investigación de las Cortes Valencianas sobre la intervención de la CAM por el Banco de España, Piles ha afirmado que las actas "no las aprobaban los consejeros, las aprobaban el presidente y el secretario", y ha insistido en que no se leían "nunca".

Piles, quien formaba parte del Consejo en representación del sindicato UGT, ha explicado que no ha sabido "en la vida" lo que gana el presidente o el director general, a pesar de que en las actas del Consejo de Administración consta que fueron informados.

La comisión de retribuciones explicó al consejo "sin detalles específicos" las condiciones salariales de los cargos directivos, que contaban con auditorías externas favorables e informes que aseguraban que se estaba actuando "dentro de la normativa" y que incluso estaban "por debajo" de la media.

Ha destacado que la dirección de la entidad tenía "una preponderancia exagerada" mientras que el Consejo de Administración pretendía ser "un reflejo, más o menos acertado, de la sociedad", que tomaba decisiones basadas en estudios de "expertos de reconocido prestigio" que validaban a la Dirección General.

"Ahora me siento engañado", ha admitido a la vez que ha dicho encontrarse "desprotegido", porque tiene la sensación de que "las estructuras de control" de la caja "han fallado".

Piles también ha negado que el requerimiento del Banco de España en el que se alertaba de la situación financiera de la entidad fuera leído "íntegramente", tal y como consta en el acta, aunque ha admitido que se "habló" de él en el Consejo.

En su intervención, también ha asegurado que la comisión ejecutiva, que se encargaba de cancelar o denegar los créditos, avales o garantías solicitados a la entidad, "no existía", y su labor no iba más allá de tratar aquellos aspectos de la obra social que afectaba a los territorios de fuera de la Comunitat Valenciana.

El exconsejero ha admitido participar en un Consejo de Administración que se celebró en San Sebastián, porque el sindicato del que formaba parte consideró que era interesante que se "relacionara" con el resto de consejeros, dado que estaba en marcha el proceso del Sistema Institucional de Protección (SIP).

A este viaje, ha indicado, acudieron un centenar de personas, entre los veinte consejeros, los acompañantes con los que acudieron, y el personal de la caja que era necesario para celebrar el Consejo.

El SIP se rompe "por el requerimiento de capital" del Banco de España y por "las dichosas cuotas participativas que no hay quien las quiera", ha explicado el exconsejero, quien ha indicado que nadie les dijo que este producto era exclusivo de las cajas de ahorro.

Ha criticado que el Consejo no fue nunca informado de "por qué se rompió el SIP", como tampoco se le dio cuenta de la ruptura de la fusión con Caja Murcia o del "intento" de unirse con las cajas vascas y ha apuntado que fue esa falta de información lo que "deterioró el clima" de entendimiento entre sus miembros.

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