Exdirector del Palau apunta que Millet ocultó la venta de fincas del hotel

Barcelona, 17 mar.- Los miembros del Patronato del Palau de la Música desconocían que Fèlix Millet había vendido a un particular las fincas donde iba a construirse el hotel, ya que solo se comunicó la cesión de los derechos de transmisión a un constructor, según el exdirector de la institución cultural Joan Llinares.

Llinares ha declarado hoy como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra los antiguos responsables del Palau de la Música y la antigua cúpula de Urbanismo de Barcelona por presunto tráfico de influencias en la tramitación del hotel del Palau, que según el fiscal era una "operación especulativa" que beneficiaba a un constructor particular.

Joan Llinares, al que la Generalitat designó director general del Palau tras el cese de Millet y Montull a raíz del escándalo del saqueo, fue el que entregó a la Fiscalía la mayoría de documentos en que se basa la querella por tráfico de influencias, que encontró en los despachos de los saqueadores confesos.

El testigo, que renunció al cargo en diciembre de 2010, ha resistido hoy un duro interrogatorio de las defensas de Millet y Montull, que han tratado de poner en cuestión su neutralidad al remitir a la Fiscalía los documentos relacionados con el caso, hasta el punto de que la presidenta del tribunal ha intervenido para ponerles coto.

Las defensas han tratado de demostrar también que el Patronato del Palau de la Música, del que forman parte las distintas administraciones, estaba al corriente de los tratos entre Millet y el promotor del hotel, Manuel Valderrama, porque así lo aprobó la propia la Junta del Patronato de la Fundación.

Sin embargo, Llinares ha defendido hoy que lo que aprobaron los patronos y la propia Montserrat Carulla -ahora presidenta del Palau y que ocupó la vicepresidencia durante la época de Fèlix Millet- fue la cesión de los derechos de transmisión del proyecto hotelero y que ignoraban la venta de las fincas que debían albergar el establecimiento.

El testigo ha explicado también que fue la nueva dirección de la Fundación del Palau de la Música, tras las destitución de Millet, la que decidió no seguir adelante con los acuerdos con el constructor Manuel Valderrama para la construcción del hotel, por haber caducado el aval que el promotor les había entregado y porque no se había constituido otro aval de 5,5 millones a favor de la Generalitat.

Meses después, Valderrama presentó una demanda contra el Palau -todavía en los tribunales- en que le exigía la devolución de los 1,6 millones de euros que el promotor ya había entregado para la construcción del hotel, lo que motivó que el proyecto quedara enterrado.

Según ha reconocido Llinares, una vez estalló el escándalo del expolio el Ayuntamiento de Barcelona requirió por primera vez al Palau que acreditara la titularidad de las fincas del hotel y la viabilidad económica del mismo, gestiones que el consistorio nunca reclamó mientras se estaba tramitando la modificación urbanística necesaria para el proyecto.

Para seguir adelante con el plan tras el escándalo del saqueo, el consistorio pidió al Palau y a Manuel Valderrama que firmaran un protocolo que formalizara las vinculaciones entre la institución y el promotor de cara al proyecto, pero ese acuerdo quedó en un mero borrador que finalmente la Fundación se negó a subscribir.