Tras caer un 4,1% de abril a junio

La exportación echa el freno y amenaza con mermar el PIB en el segundo semestre

El sector exterior se verá afectado por el desvanecimiento de la fuerte contribución del sector turístico, por la debilidad de la demanda de nuestros principales socios comerciales, así como por la apreciación del euro.

Récord de exportaciones en el primer trimestre
La exportación echa el freno y amenaza con mermar el PIB en el segundo semestre
APV / Europa Press

El Club de Exportadores e Inversores Españoles, la patronal que agrupa a las empresas con actividad internacional, advertía la pasada semana de que la pérdida de dinamismo del sector exterior (pese a marcar récord, las exportaciones españolas cayeron un 4% en el segundo trimestre en relación al anterior, según el avance de la Contabilidad Nacional) podía anticipar un periodo de importante ralentización de la economía española. El PIB viene de avanzar un 0,4% entre abril y junio, menos de lo que se había estimado inicialmente, y si bien organismos nacionales e internacionales como el Banco de España, la AIReF, el FMI, la Comisión Europea o la OCED, entre otros, han mejorado sus perspectivas para España este año, todos coinciden en señalar una ralentización de la actividad en el segundo semestre y ponen el foco en ese sector. 

Varios factores en concreto apuntan a que el ritmo de avance de las exportaciones será más bien moderado los próximos trimestres. Oriol Carreras y Judit Montoriol, economistas de CaixaBank Research citan tres a 'La Información': el desvanecimiento de la fuerte contribución del sector turístico, al haberse completado ya su proceso de recuperación, la debilidad de la demanda de nuestros principales socios comerciales y la apreciación del euro. En este sentido, sus previsiones contemplan una aportación ligeramente negativa del sector exterior al crecimiento del PIB en el segundo semestre de 2023.

Coincide en que el sector exterior dejará de ser el principal motor del crecimiento en la segunda parte del año Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, que incide a este diario en cómo la clave estará en el comportamiento que registre la demanda interna y en su capacidad de tomar el relevo del sector externo en adelante. "La desinflación podría facilitar una ligera mejora del poder adquisitivo de los hogares, y por tanto un leve repunte del consumo, pero una desaceleración parece probable", apunta el economista.

Parece un hecho que las exportaciones de bienes se están debilitando, siendo su crecimiento cada vez menor en el acumulado del año. La principal causa radica en el enfriamiento de los mercados europeos, especialmente de Alemania. El propio banco central germano constaba el lunes que la economía de la locomotora europea atraviesa una "fase de debilidad", después de que la actividad se estancase entre abril y junio. El PIB germano ya venía de contraerse una décima en los tres primeros meses del año, por lo que el Bundesbank advierte de que es probable que la actividad de la primera economía europea por tamaño siga paralizada en el tercer trimestre.

La Unión Europea en general y la zona euro en particular son el principal mercado para las exportaciones españolas, de forma que las ventas a nuestros socios comunitarios representaron el 63,3% del total de las que se registraron en el primer semestre, según el Informe Mensual de Comercio Exterior publicado la pasada semana, por lo que la debilidad prevista para la región tendrá un previsible impacto negativo en los exportadores nacionales.

No existe un problema de competitividad

Torres destaca cómo las exportaciones de servicios, turísticos y no turísticos, compensan en parte el deterioro que se ha venido registrando los últimos meses en las de bienes. Además, hace hincapié en que las importaciones tienden a caer, lo que permite que el saldo exterior (en términos de balanza corriente) siga siendo positivo. Por otra parte, "nuestros resultados mejoran netamente la media europea, lo que evidencia que no existe un problema de competitividad", asegura.

Durante el 2022 y a lo largo del primer trimestre de 2023, las exportaciones españolas habían presentado un comportamiento muy positivo y prácticamente generalizado, si bien destacó, en particular, el de los servicios turísticos. Estos datos han dado paso a una situación de debilidad entre junio y septiembre cuando, en términos de volumen, las exportaciones españolas retrocedieron un significativo 4,1% intertrimestral, arrastradas por las exportaciones de bienes (-5,9% con respecto al primer trimestre). En cambio, las exportaciones de servicios se mantuvieron prácticamente planas (-0,3% intertrimestral), aunque los servicios turísticos siguieron arrojando tasas positivas de crecimiento (1,5%). 

El efecto de la inflación persiste

Tanto Carreras como Montoriol destacan el hecho de que en términos nominales, la caída de las exportaciones de bienes fue todavía mayor (-8,0% intertrimestral) debido al descenso del deflactor, lo que a su juicio refleja la moderación de la inflación tras los fuertes aumentos de los trimestres anteriores. Con todo, explican que el precio de las exportaciones aún se mantiene elevado con respecto a los niveles precovid, puesto que el deflactor de las exportaciones entre abril y junio se situó un 22,4% por encima del nivel que registraba a finales de 2019 y ya encadena medio año de caídas intertrimestrales.

Al mismo tiempo se produjo también un retroceso de las importaciones (del 1% intertrimestral entre abril y junio), pero al ser este descenso inferior al de las exportaciones, el sector exterior restó 1,4 puntos porcentuales al avance del PIB en ese periodo. Los expertos de CaixaBank Research recuerdan que este dato contrasta con la "significativa" aportación del sector exterior a la economía nacional en el primer trimestre del año, que ascendió a 1,3 puntos.

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