Observan un estancamiento 

El BCE alerta de que las empresas están preocupadas por la recuperación de China 

"En el sector industrial, la debilidad de la actividad se concentró principalmente en los sectores de la construcción y de bienes intermedios, mientras que la evolución de los sectores de bienes de consumo fue más dispar". 

Christine Lagarde, BCE
El BCE alerta de que las empresas están preocupadas por la recuperación de China. 
Michael Probst / AP

Las mayores empresas de la Eurozona han observado una actividad prácticamente estancada, aunque con diferencias sustanciales tanto entre sectores como dentro de ellos. Las compañías se muestran preocupadas por la recuperación más lenta de lo esperado de la economía de China. Este es uno de los resultados de los contactos recientes entre el Banco Central Europeo (BCE) y representantes de 73 grandes empresas que operan en la zona del euro. Los intercambios tuvieron lugar entre el 26 de junio y el 5 de julio de 2023.

"En el sector industrial, la debilidad de la actividad se concentró principalmente en los sectores de la construcción y de bienes intermedios, mientras que la evolución de los sectores de bienes de consumo y de equipo fue más dispar", según el BCE. Los pedidos y la producción del sector de bienes intermedios (productos químicos, acero, papel y envases, y componentes electrónicos) cae debido a la falta de dinamismo de la demanda final, a la reducción de existencias por parte de los clientes, y a la mayor competencia de las importaciones.

La demanda de nueva construcción residencial y comercial se contrae con mayor fuerza, seguida de la demanda de maquinaria y equipos industriales. La inversión en infraestructuras y cualquier inversión relacionada con la descarbonización, muestra capacidad de resistencia.

La producción automovilística se recupera 

"La producción del sector automovilístico continuó recuperándose a medida que fueron remitiendo las restricciones de oferta, aunque algunos contactos señalaron cuellos de botella en la logística que obstaculizaban la entrega de vehículos nuevos a los concesionarios", añaden los economistas del BCE. La demanda de vehículos de combustión interna es más sólida que la de vehículos eléctricos.

Frente a esto, cae la demanda de electrodomésticos y de productos de electrónica de consumo porque los hogares gastan más en servicios, en detrimento de los bienes, y por la contracción general de la renta de los hogares ante el repunte de alimentos y energía que lleva a reducir el gasto en bienes de consumo duradero.

Fuerte demanda de turismo, viajes y ocio 

La producción de los servicios se ve impulsada por la fuerte demanda de turismo, viajes y ocio, una cierta capacidad de resistencia del comercio minorista y el crecimiento de los servicios digitales. Las empresas de los sectores de turismo y viajes y de hostelería indicaron un fuerte crecimiento de su actividad. El transporte aéreo de pasajeros y las reservas hoteleras ya se habían recuperado o incluso habían superado los niveles anteriores a la pandemia en el segundo trimestre.

Además, añade el BCE, "las reservas para la temporada estival alcanzaban la totalidad o un porcentaje muy elevado de su capacidad, pese a los altos niveles de precios". Muchas empresas dijeron que los consumidores han reducido sus compras, especialmente las de alimentos y productos cotidianos, pero los establecimientos de venta de ropa señalaron que sus ventas se habían incrementado y que sus volúmenes de ventas se habían mantenido estables.

Fue especialmente vigoroso "el crecimiento de las ventas de las marcas de ropa más caras y de artículos de lujo, como cosméticos y joyería", dado que los consumidores con rentas más altas continúan gastando, según el BCE.

Preocupación por China 

Las empresas están preocupadas por la recuperación más lenta de lo esperado de la economía china y lo que ello significará tanto para sus exportaciones como para la competencia de las importaciones. Las restricciones de capacidad limitarán el potencial de crecimiento adicional de los servicios turísticos durante el verano, y no son sostenibles los niveles actuales de gasto en consumo, según las empresas.

En este contexto, muchas empresas piensan que hay un riesgo muy alto de recesión a finales de 2023 o en 2024, aunque sería suave. Las empresas prevén una tasa de crecimiento de los precios algo más baja en el tercer trimestre que en el segundo y cada vez más empresas espera que los precios de su sector se estabilicen o disminuyan.

En cuanto a los salarios, las empresas prevén una "ligera moderación del crecimiento salarial el próximo año" y esperan que el crecimiento de los sueldos se desacelere de alrededor del 5,5% este año al 4,7% en 2024. En torno a la mitad de las empresas consultadas estimaron que el crecimiento salarial en 2024 sería similar al de 2023, mientras que cuatro de cada diez declararon que pensaban que los aumentos de los salarios serían menores el próximo año. 

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