Fun&Basics sale de pérdidas apenas un año después de levantar su concurso

  • La cadena de moda ha cerrado 2010 en positivo y ha levantado definitivamente el vuelo, tras haber protagonizado el concurso de acreedores más limpio de la crisis.
Ruth UGalde
Ruth UGalde

Javier Goyeneche, consejero delegado y fundador de Fun&Basics, ha celebrado por partida doble estas Navidades. Primero, porque el pasado 23 de diciembre se cumplió un año de su salida del concurso de acreedores; y segundo, porque puede celebrar este aniversario con su compañía ya en positivo.

"Hemos cerrado 2010 prácticamente en break even (sin pérdidas), gracias a que hemos crecido un 21% y hemos reducido 12% los costes", señala Goyeneche, quien ha capitaneado el concurso de acreedores más modélico de la crisis.

Fue en octubre de 2008, apenas unas semanas después del descalabro de Lehman Brothers, cuando a Fun&Basics se le vino el mundo abajo: estaba a punto de cerrar una ronda para levantar capital y la quiebra del banco estadounidense paralizó a todos los inversores.

La consecuencia inmediata fue el cierre del grifo crediticio y la negativa de las entidades a renovarle las líneas de financiación, debido al vendaval desatado con Lehman, lo que desencadenó una crisis de liquidez del grupo, que se había embarcado en un ambicioso plan de crecimiento.

Goyeneche decidió presentar un rápido concurso de acreedores, que se hizo oficial el 21 de enero de 2009. Con una deuda de 6,5 millones de euros, la compañía apenas necesitó mes y medio para que el 40% de sus acreedores aceptaran el plan de viabilidad  y comenzaran a trabajar para salir del concurso.

Sin embargo, los once meses que vivió en situación concursal hicieron mella en sus resultados. "Ese año (2009), tuvimos un beneficio operativo negativo de 2,5 millones y sufrimos una caída de las ventas del 45%, ya que desde diciembre hasta abril estuvimos con restos de la campaña de Navidad", recuerda Goyeneche.

Aprender de los errores

A pesar de los duros momentos vividos, el fundador de Fun&Basic también aprendió mucho de aquella época. Lo primero, que la avaricia rompe el saco y que su compañía se marcó unos objetivos de crecimiento demasiado ambiciosos, que le llevaron a quedarse sin liquidez en cuanto la situación financiera se dio la vuelta.

De hecho, para cuperar la senda de crecimiento, ha cerrado una docena de puntos de venta, y actualmente cuenta con 58 tiendas. Para hacerse una idea del vertiginoso ritmo de crecimiento en el que se había embarcado, Goyeneche recuerda que entre 2005 y 2006, en apenas 17 meses, abrieron 39 tiendas.

La segunda lección que aprendió el fundador de Fun&Basic es que la clave del éxito de su compañía está en la funcionalidad de sus productors y en la innovación de sus tejidos.

"Con el plan de viabilidad, hicimos un estudio de mercado para ver hacia dónde llevar Fun&Basic y vimos que el 54% de nuestros clientes valoraba, por encima de todo, nuestra funcionalidad y el carácter innovador de nuestros tejidos. Algo muy extraño, ya que cuando la moda es un negocio eminentemente emocional", explica Goyeneche.

Este punto diferencial le llevó a apostar por la investigación de nuevos tejidos, elaborados con materiales reciclados. Una idea que ha cristalizado en la empresa Ecoalf, que se ha convertido en la gran apuesta del grupo.

Goyeneche confía en que este proyecto se convierta en el brindis de las próximas Navidades. Hasta entonces, prefiere andar sobre seguro. "Nos falta una campaña para volver  los niveles de 2008, justo antes del concurso", advierte, consciente de que puede estar afrontando ya el último empujón.

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