Galaxy Gear, un bonito complemento con limitaciones

  • Violeta Molina.

Violeta Molina.

Madrid, 19 sep.- Galaxy Gear, la incursión de Samsung en el ámbito de los relojes conectados, es un dispositivo que destaca por su diseño y que, pese a tener limitaciones, supone una apuesta en firme en el campo de la moda inteligente.

Este reloj es un complemento, no un dispositivo autónomo, que necesita estar cerca (a menos de 20 metros) de un teléfono inteligente "madre" -sólo funciona con determinados modelos de la gama Galaxy de Samsung- con el que interactúa a través de Bluetooth.

La gestión se concentra en la pantalla táctil, de 1,6 pulgadas y enmarcada en acero, que tiene un botón lateral para encender y apagar el dispositivo.

Pero, si importante es la pantalla, también resulta crucial la correa, que combina caucho y metal, donde se han situado la cámara, el altavoz y el micrófono.

El Galaxy Gear muestra notificaciones de correo electrónico, llamadas, mensajes de texto, despertador y calendario, pero no alerta al usuario de la actividad en servicios de mensajería instantánea como Whatsapp.

Con él se pueden hacer y contestar llamadas (para hablar, se puede acercar el reloj a la oreja o bien usarlo en modo manos libres con el altavoz), leer correos electrónicos, grabar notas de voz o controlar la reproducción de música. También incluye un podómetro que mide los pasos.

Para que el reloj salga del estado de reposo, el usuario tendrá que hacer el mismo movimiento de muñeca que haría para consultar su reloj tradicional.

Deslizando el dedo hacia la parte inferior de la pantalla se activa la cámara de fotos, situada en la correa y que tiene 1,9 megapíxeles y graba vídeo en alta definición a 720 líneas.

En el entorno de la telefonía móvil, la calidad de captura de imágenes es un factor determinante, por lo que es previsible que, de haber otras versiones, el Gear incluya mejoras en este apartado.

Tiene 4 gigas de almacenamiento, borrando automáticamente sin previo aviso las fotografías guardadas cuando llega al límite de capacidad.

El responsable de producto de Samsung en España, Jesús Guardiola, ha explicado hoy a Efe que en el futuro se desarrollarán nuevas aplicaciones que saquen partido a este nuevo formato de pequeño tamaño. Por el momento, su funcionalidad es limitada y no se perfila como una máquina indispensable.

El reloj inteligente de Samsung es un bonito complemento: no es excesivamente grande ni llama demasiado la atención porque entra rápidamente en reposo, algo que permite que la batería aguante hasta 26 horas.

Aunque la discreción se disipa cuando el usuario decide hacer o responder a una llamada llevando el reloj a la oreja: por el momento la acción, lejos de parecer natural, hará recordar al inspector Gadget. Si este tipo de dispositivos tiene éxito, puede que pronto la escena no chirríe.

La tecnológica surcoreana comercializará el reloj con seis colores de correa: negro, blanco roto y plateado, blanco roto y dorado, verde, naranja y gris.

Cuando se lance, el próximo miércoles, sólo será compatible con el phablet Galaxy Note 3 y con la tableta Note 10 2014 Edition.

Más adelante, según Guardiola, también podrá utilizarse con los Galaxy S4, S3 y Note 2.

Samsung no ha hecho público el precio que tendrá el Gear en España, pero algunos medios especializados han asegurado que costará 299 euros.

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