Lleida, 30 oct.- El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha impartido hoy una conferencia en el Círculo de Economía de Lleida en la que ha transmitido el mensaje de que "estamos en mitad de la tormenta" desatada por la crisis económica.
García-Margallo, que ha avanzado a los periodistas el contenido de su conferencia, ha asegurado que con las reformas emprendidas por el Gobierno del PP ya se están dando cambios positivos, como una mayor competitividad y productividad.
El ministro ha añadido que España, a diferencia de otros países, no ha perdido cuota de mercado y que las exportaciones tendrían superávit si no fuera por el déficit energético.
"Hemos puesto las bases para un crecimiento distinto: más estable, más sostenido y más volcado hacia el exterior", ha asegurado.
En esta línea, ha explicado que comunidades como Cataluña, "que es la nacionalidad más exportadora", o Valencia, su tierra, se verán especialmente beneficiadas por estos cambios.
García-Margallo ha dicho que el Gobierno está actuando para superar la crisis económica con tres medidas fundamentalmente, que son la consolidación fiscal, las reformas estructurales (del modelo económico, del sector financiero, del mercado laboral y a nivel energético) y la recuperación de la confianza de los mercados internacionales.
El ministro ha recordado sin embargo que España está sufriendo la crisis global, la crisis europea y además problemas internos como son un endeudamiento masivo de las empresas, familias y administraciones públicas; la burbuja inmobiliaria que ha generado un gran stock de pisos que hay que depurar, y la pérdida de competitividad.
En este sentido, ha explicado que todo ello ha derivado en una caída del empleo mayor que en otros países, en un déficit de la cuenta exterior, en una agravamiento de las cuentas públicas de todas las administraciones y en la crisis del sector bancario que aún estamos sufriendo.
Por todo ello, el Gobierno se ha marcado como objetivos principales, ha explicado, la salida de la recesión, la creación de empleo, el crecimiento económico y la recuperación de la confianza de los mercados extranjeros, para poder atraer el ahorro y tener una mayor liquidez y financiación.
"Es evidente que vivimos en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente. Es evidente que ningún país podrá atender en solitario estos desafíos. Por ello, es necesario que la UE dé un salto hacia adelante, hacia la unión bancaria, fiscal, económica y política", ha concluido. EFECOM
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