Garoña realiza un simulacro de emergencia pese a no estar operativa

  • La central nuclear Santa María de Garoña (Burgos) ha realizado hoy el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior, pese a que la planta dejó de estar operativa en diciembre y, desde entonces, su reactor está apagado.

Burgos, 21 nov.- La central nuclear Santa María de Garoña (Burgos) ha realizado hoy el preceptivo simulacro anual, conforme a los requerimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior, pese a que la planta dejó de estar operativa en diciembre y, desde entonces, su reactor está apagado.

El simulacro, del que ha informado el Consejo de Seguridad Nuclear, ha contado con la participación de la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y de la Subdelegación del Gobierno en Burgos.

Durante el simulacro se ha activado también, en el exterior de la planta, el Plan de Emergencia Nuclear de Burgos (PENBU), con la puesta en marcha del Centro de Coordinación Operativa, ha informado la Subdelegación.

De esta manera se ha probado la eficacia del PENBU al mismo tiempo que los planes de emergencia interior de la planta atómica, todo ello en coordinación con el Consejo de Seguridad Nuclear.

En el Centro de Coordinación Operativa han participado representantes de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Consejo de Seguridad Nuclear, Junta de Castilla y León, Comunidad Autónoma de La Rioja, Cruz Roja y Protección Civil.

El ejercicio se ha iniciado a las 09:30 horas con la simulación de un seísmo, para simular daños en la piscina de almacenamiento de combustible irradiado y la caída de un elemento.

Durante el ejercicio, el CSN ha realizado el seguimiento del estado de la planta y de las actuaciones de su titular, tanto para la recuperación de las condiciones de seguridad como para la adopción de medidas de protección radiológica.

El CSN, siguiendo criterios radiológicos, ha recomendado durante el simulacro, con carácter preventivo, el confinamiento en el interior de edificios de la población en un radio de cinco kilómetros alrededor de la central.

Esta medida está prevista dentro del Plan de Emergencia Nuclear de Burgos.

Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como "Incidente Importante", de nivel 3, en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos.

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