Grecia entra en un nuevo periodo de inestabilidad tras recibir ayuda europea

  • Tras asegurarse un tercer rescate europeo, Grecia entra de nuevo en un periodo de inestabilidad política con elecciones legislativas anticipadas en septiembre, las quintas desde el inicio de la crisis en 2009.

El primer ministro, Alexis Tsipras, anunció su dimisión el jueves en un contexto de ruptura en el seno de su partido de izquierda radical, Syriza, y 25 diputados de la formación ya indicaron este viernes que formarán un nuevo grupo parlamentario, Unidad Popular.

"Intentaremos encarnar el espíritu del 'no' del referéndum" organizado por Tsipras el 5 de julio, afirmó Panagiotis Lafazanis, el euroescéptico líder de la nueva formación. El 62% de los electores griegos rechazaron aquel día una propuesta de los acreedores del país (Unión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) para un nuevo plan de rescate.

Los disidentes de Syriza se oponen a las nuevas medidas de austeridad incluidas en el acuerdo que firmaron Grecia y sus acreedores, a cambio de un préstamo de 86.000 millones de euros (96.000 millones de dólares) en tres años.

Lafazanis criticó este viernes la dimisión de Tsipras y lo acusó de "haber tenido miedo" y de traicionar la línea política inicial de Syriza.

El primer ministro propuso el jueves celebrar unas elecciones anticipadas el próximo 20 de septiembre.

"Os toca a vosotros (los griegos) decidir con vuestro voto si el acuerdo que conseguimos permite superar los escollos actuales y conducir a la recuperación", afirmó el primer ministro, que llegó al poder a finales de enero con el 36,3% de los votos.

A sus 41 años, Tsipras encarnaba entonces el político de izquierdas que iba a poner fin "a las políticas de austeridad" odiadas por los griegos e impuestas al país desde el inicio de su crisis económica hace cinco años.

Pero tras seis meses de tensas negociaciones, presionado por los acreedores, tuvo que firmar el 13 de julio el acuerdo para un nuevo préstamo.

La semana pasada, 40 de sus 149 diputados votaron en contra del acuerdo o se abstuvieron por lo que el gobierno ya no tiene mayoría absoluta en una asamblea con 300 escaños.

Tsipras sigue contando, pese a todo, con una gran popularidad en su país y espera vencer en las elecciones de septiembre.

"La dimisión de Tsipras no es casualidad, eligió dimitir, lo cual demuestra que lo había meditado", dice Manolis Alexakis, profesor de sociología política de la universidad de Creta.

El partido del primer ministro no se verá muy afectado por la escisión, opina. "Lafazanis llegará a reunir a los disidentes de Syriza, pero éste último ganará porque los electores darán una segunda oportunidad a ese partido que se amplió en los últimos años con disidentes del Pasok (socialista)".

La perspectiva de esas elecciones, que podrían apartar a los miembros más contestatarios del partido, no parecía disgustar a los acreedores.

"Una mayoría muy amplia apoyó el paquete de medidas en el Parlamento griego y nos esperamos a que ese respaldo sea quizá aún más fuerte" tras los comicios, declaró el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijselbloem.

La agencia de calificación crediticia Fitch se mostró, por su parte, preocupada por el impacto de "la incertidumbre política sobre el éxito del programa" de rescate.

La dimisión de Tsipras lanzó oficialmente el periodo electoral, y el presidente Prokopis Pavlopoulos pidió a Vaguelis Meimarakis, dirigente de Nueva Democracia (derecha), que intente formar un gobierno de coalición.

Según la Constitución, la dimisión del primer ministro provoca el procedimiento del "mandato exploratorio". Los tres principales partidos del Parlamento son convocados unos tras otros para intentar formar un gobierno de coalición en un plazo de tres días.

No se descarta que el presidente convoque a Lafazanis en este proceso, después de la creación de Unidad Popular.

El escenario más probable es que no se forme ningún gobierno de coalición y que el presidente convoque elecciones legislativas anticipadas.

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