Grecia, la banca, el déficit y los mercados aprietan a España

  • Con la amenaza de la eventual salida de Grecia del euro de fondo, la semana económica que termina ha sido para España un camino de espinas, con la prima de riesgo en niveles de récord, la bolsa en caída libre, la banca española más exigida que nunca y el déficit autonómico amenazando seriamente el cumplimiento del objetivo del Estado para este año.

Jesús María Alonso

Madrid, 19 may.- Con la amenaza de la eventual salida de Grecia del euro de fondo, la semana económica que termina ha sido para España un camino de espinas, con la prima de riesgo en niveles de récord, la bolsa en caída libre, la banca española más exigida que nunca y el déficit autonómico amenazando seriamente el cumplimiento del objetivo del Estado para este año.

El debate sobre Grecia se ha centrado en su permanencia en la zona del euro, tras ser incapaces los partidos más votados en los recientes comicios de lograr un acuerdo para un gobierno de coalición que saque al país de su atolladero económico y con ello garantizar el cumplimiento heleno de los acuerdos para el rescate y calmar los mercados europeos y mundiales.

Las próximas elecciones en Grecia, convocadas tras el fracaso de las negociaciones, serán el 17 de junio, y la Unión Europea (UE) ha advertido desde todos sus estamentos que en ellas los griegos elegirán un gobierno y su futuro europeo, puesto que las condiciones del rescate están pactadas y deben ser respetadas salga quien salga de las urnas.

Con este foco de inestabilidad alterando los mercados, la prima de riesgo de España ha pagado esta incertidumbre.

El jueves, la prima cerró en máximos, a 490 puntos básicos, después de traspasar en varias ocasiones la barrera psicológica de los 500. La rentabilidad del bono español subió ese día hasta el 6,31 %, pese a la buena demanda de la emisión de deuda del Tesoro al colocar ese mismo día 2.393 millones de euros a mayor interés. El viernes, la prima se relajó hasta los 484 puntos.

El déficit ha sido otro quebradero de cabeza. El Gobierno pasó el examen de todas las comunidades autónomas, menos Asturias, en sus planes para ajustarse el cinturón presupuestario con el fin de que el déficit conjunto no supere el 1,5 % del PIB este año. Ello supone 18.349 millones de euros: de ellos 13.071 de ahorro y el resto por aumento de ingresos. Asturias deberá ajustar 616 millones más para pasar el examen.

Pero el Ejecutivo se ha visto obligado a revisar cuatro décimas al alza el déficit público de 2011, del 8,5 % al 8,9 % del PIB, por desvíos superiores a los inicialmente anunciados en cuatro autonomías, si bien mantiene la previsión de reducirlo este año hasta el 5,3 %.

Otro escollo han sido los nuevos requerimientos a la banca para sanear sus activos del "ladrillo".

La banca reconoce que necesita 22.000 millones de euros para cumplir con las nuevas provisiones en su cartera inmobiliaria, mientras que el Gobierno estima que son 30.000 millones, según avanzó el 11 de mayo al anunciar su segunda reforma financiera en apenas tres meses.

Los ministros de Finanzas de la eurozona respaldaron la reforma, pero han instado al Gobierno a acelerar la auditoría externa de la cartera crediticia y a crear un cortafuegos en forma de ayudas creíble. Y para lograr esa credibilidad, el Ejecutivo ha pedido al Banco Central Europeo que valore independientemente en dos meses a la banca española, con el fin de disipar las dudas sobre los balances de las entidades.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, aclaró que nadie ha pedido ayuda al fondo de rescate europeo para recapitalizar los bancos, duda que sacudió a las entidades españolas en bolsa esta semana y que lastró al parqué de Madrid, que perdió un 6,13 %, con Bankia como protagonista en los números rojos.

Las acciones Bankia, no obstante, se recuperaron el viernes al subir más del 23 %, tras caer el jueves casi un 30 %, mientras sectores políticos y sociales exigían al Gobierno que explique ante el Congreso la crisis que ha provocado la nacionalización del grupo, en medio de llamadas a la calma a los ahorradores por parte del Ejecutivo y de la propia entidad.

La bolsa recuperó el viernes un 0,44 %, hasta los 6.566 puntos, en su peor semana desde noviembre pasado, en el mismo tono que las europeas, sacudidas por la presión griega y pendientes de la cumbre del crecimiento y empleo de la UE del próximo miércoles y de la del G8 en Camp David (EEUU) este fin de semana. Wall Street perdió un 3,51 % y las asiáticas también cayeron.

El euro cotizó fuertemente a la baja y cerró a 1,2725 dólares. El barril de petróleo Brent bajó en Londres un 4,5 % hasta los 112,26 dólares y el Texas en Nueva York un 4,8 % hasta los 91,48 dólares.

Mostrar comentarios