Las autoridades financieras griegas están presionando al Banco Central del país para que reclame fondos de emergencia al Banco Central Europeo (BCE) ante el aumento de la fuga de depósitos.
El principal problema que se encuentran los bancos griegos es que ya casi se ha agotado la línea de liquidez de emergencia, denominada ELA.
Las infructuosas negociaciones entre los representantes griegos y sus acreedores han llevado a que los ciudadanos incrementen sus retiradas de efectivo.
Así, el gobernador del Banco Central griego, Yannis Stournaras, se reunirá mañana con el resto de los miembros del Consejo del Gobierno del BCE, ante la falta de disposición de fondos de emergencia de la banca griega. La intención del Gobierno griego es pedir una ampliación del crédito de rescate.
Según informa Bloomberg, los bancos griegos se mantienen vivos gracias a la denominada línea de liquidez de emergencia, un recurso que permite obtener financiación directa del Banco de Grecia, previa aprobación del BCE.
La banca griega ya ha utilizado en torno a 57.500 millones de euros procedentes de esta línea de emergencia. Especialmente preocupante ha sido el uso que se ha hecho durante la última semana, un total de 51.700 millones frente a los 5.850 de semanas anteriores.
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