Grecia y Portugal revientan: se acabaron los fuegos de artificio en la eurozona

  • Primero fue el crack de las bolsas y del sector financiero y ahora el de los Estados más débiles de la eurozona. El episodio de ayer en las bolsas mundiales tras el ataque a los activos de Grecia, Portugal y España marca un antes y un después en el futuro de la eurozona.
Enrique Utrera

Primero fue el crack de las bolsas y del sector financiero y ahora el de los Estados más débiles de la eurozona. El episodio de ayer en las bolsas mundiales tras el ataque a los activos de Grecia, Portugal y España marca un antes y un después en el futuro de la eurozona.

Las pérdidas demuestran que el conglomerado del euro no se sostiene y que las ayudas son meros fuegos de artificio en un ambiente sencillamente bélico en los mercados. Si los inversores no se creen el rescate de Grecia, que para muchos es un banco de pruebas de lo que está por venir, cómo van siquiera a plantearse el de economías mucho más grandes.

Ya no valen medias tintas. Los 45.000 millones de euros comprometidos por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a Grecia parecen, a la vista del cariz que han tomado los acontecimientos, un intento de tapar el sol con un solo dedo. El problema ahora es otro: cómo detener una bola de nieve en los mercados que gana tamaño a velocidad de vértigo y que exige decisiones urgentes.

El problema es de órdago si se tiene en cuenta que el día 9 de mayo hay elecciones en el estado alemán de Renania-Westfalia. Hasta ese día, la locomotora alemana no va a tomar una sola decisión.

Para España, el día de ayer fue especialmente triste. Superado el nivel del 20% en la tasa de desempleo, disparado el nivel de la deuda y asumido que se encarece la financiación del estados tras una subasta de Letras del Tesoro a tres y seis meses en las que el tipo de las primeras fue un 65% más alto que hace un mes, España SA está en el ojo del huracán.

El ataque al mercado español, que ayer fue especialmente virulento en los sectores bancario y constructor, no puede llegar en peor momento. Hay dos salidas a bolsa en marcha –Amadeus y Renovalia- que van a medir el apetito inversores y el sex appeal de los activos españoles.

Mientras, el Ibex ya vaga por debajo de los 10.500,un nivel próximo al del ataque del pasado mes de febrero que algún miembro del Gobierno achacó a una conspiración. No parece que pueda utilizar la misma justificación. En dos meses, las cuentas del Estado se han deteriorado tanto –el bajón del superávit de la seguridad social- nos ha convertido en el mejor reflejo del proceso de deterioro fiscal de un Estado.

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