Greenpeace advierte que sería absurdo que el PP quisiera relanzar Garoña

  • Barcina del Barco (Burgos).- El presidente nacional de Greenpeace, Carlos Bravo, ha advertido hoy en la XXXII marcha por el cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) que sería "absurdo que el PP quisiera relanzar", si ganara las elecciones, unas instalaciones "obsoletas, viejas y totalmente amortizadas".

Un candado simbólico urge el cierre de Garoña, con Fukushima en el recuerdo
Un candado simbólico urge el cierre de Garoña, con Fukushima en el recuerdo

Barcina del Barco (Burgos).- El presidente nacional de Greenpeace, Carlos Bravo, ha advertido hoy en la XXXII marcha por el cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) que sería "absurdo que el PP quisiera relanzar", si ganara las elecciones, unas instalaciones "obsoletas, viejas y totalmente amortizadas".

El responsable de Greenpeace, una de las entidades integrantes de la coordinadora contra la central burgalesa, que este año marcha bajo el lema "Fukushima nunca más, Garoña cierre ya", ha expresado su temor a que si el PP llega al poder revoque el cierre de la central aprobado por el Gobierno, previsto para el 5 de julio de 2013 y avalado por la Audiencia Nacional.

En su opinión, esta posibilidad existe, por lo que, en declaraciones a los periodistas, ha pedido a los ciudadanos que no opten por ninguna formación política que "quiera mantener el peligro nuclear en España".

De llegar a concretarse la revocación del cierre de Garoña, Greenpeace seguiría con las protestas y pondría en marcha toda la "maquinaria legal" existente.

La marcha número 32 contra el cierre de la central burgalesa, que organiza la Coordinadora contra Garoña que agrupa a diversas asociaciones ecologistas y colectivos sociales de Burgos, La Rioja y País Vasco, ha convocado alrededor de un millar de personas, número similar al de 2010, y ha comenzado al mediodía en el municipio de Barcina del Barco, término en el que se ubica la instalación y a cuyas puertas concluirá la protesta.

Los congregados han portado una pancarta que pide el cierre de Garoña y el de todas las demás centrales en un momento en el que se cumplen seis meses del accidente de la central japonesa de Fukushima, de los que uno de los reactores era igual al que tiene Garoña, con cuarenta años de antigüedad.

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