El sistema de pensiones español se divide entre quienes cobran una pensión contributiva porque han cotizado suficientes años para tener derecho a la pensión mínima y quienes perciben una pensión no contributiva.
De esa pensión no contributiva se encarga el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), igual que de la ayuda de 525 euros para jubilados que viven de alquiler o de las prestaciones sociales para personas con discapacidad. Todas estas ayudas del Imserso tienen carácter asistencial para personas en situación de necesidad. Sin embargo, eso no quiere decir que estén exentas de tributar en la declaración de la renta.
¿Hay que tributar por las ayudas del Imserso?
El Imserso es quien gestiona la pensión no contributiva de jubilación y de incapacidad. Estas prestaciones no están exentas de tributar en el IRPF. La traducción es que sí hay que pagar impuestos por estas ayudas.
De hecho, las pensiones no contributivas tributan en la renta exactamente igual que las pensiones contributivas. Hacienda las considera un rendimiento del trabajo, igual que lo es el salario.
Tanto es así que la Seguridad Social y esa pensión pública son un pagador más a efectos de calcular el límite exento para la declaración de la Renta.
Lo mismo ocurre con las prestaciones económicas de la Seguridad Social, que también tributarían en el IRPF. Sin embargo, en el caso de las ayudas para personas con discapacidad, estarán exentas siempre que se acredite un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
¿Estás obligado a declarar en la Renta una pensión no contributiva?
Esta es en realidad la clave para saber si hay que pagar impuestos por las ayudas del Imserso y las pensiones no contributivas. Y es que, una cosa es que haya que incluir estos ingresos en la renta y otra diferente que haya que hacer la declaración de la renta o pagar impuestos.
El truco de estas ayudas es que su cuantía es tan pequeña que no superan los límites para estar obligado a presentar el IRPF y tampoco lo harán con la subida de las pensiones contributivas en 2024. Por eso mismo en la mayoría de casos no habrá que pagar impuestos por ellas porque directamente no será necesario hacer la renta.
Este límite de ingresos es de 22.000 euros al año de un solo pagador, que en este caso sería la Seguridad Social.
Sin embargo, la cantidad baja a 15.000 euros cuando hay más de un pagador y se han cobrado más de 1.500 euros al año del segundo y siguientes pagadores. Este podría ser el caso de una persona que cobre una pensión no contributiva y al mismo tiempo su plan de pensiones, que es un pagador más a efectos de IRPF o quienes trabajan y cobran la pensión.
Quienes superen estos límites sí que tendrán que hacer la renta, aunque eso tampoco es sinónimo de tener que pagar impuestos. De hecho, lo más normal si superan por poco los 15.000 euros es que el resultado sea a devolver.
