Dos familias del otro lado del Atlántico que aspiraban a invertir en uno de los bancos, tradicionalmente, más sólidos del panorama financiero español. Y se han dado de bruces con la realidad. El empresario mexicano Antonio del Valle y la familia chilena Luksic acumulan pérdidas de casi 475 millones de euros en el valor de sus acciones en el Banco Popular. El desplome es llamativo en el caso del segundo, que sólo lleva un mes como accionista y ya tiene unos números rojos en bolsa de casi 38 millones de euros.
Ambos son ‘víctimas’ del desplome del Popular en la última semana, en la que la acción se hundió un 38% y ha dejado el valor del banco en poco más de 1.700 millones de euros. Los dos inversores han sonado, además, como posibles protagonistas de una futura ampliación de capital con la que tratar de salvar la entidad. Ésta aún es una hipótesis, porque el consejo encabezado por Emilio Saracho aún tiene que decantarse, bien por esa opción, bien por aceptar una oferta de compra por parte de un competidor.
Si hacen los números, ambos inversores se llevarían las manos a la cabeza. El golpe más duro es el de Antonio del Valle. Desembarcó en el Popular hace cuatro años en una operación a dos bandas. Invirtió 450 millones de euros para comprar cerca de 114 millones de títulos. Valoró la acción en 3,95 euros. Hoy vale 0,413. Sólo con ese movimiento, Del Valle acumula pérdidas latentes por valor de 403 millones de euros. Entonces, a cambio de reforzar el capital del Popular, el grupo español se coló en el accionariado de la entidad mexicana BX+, controlada por el propio Del Valle.
En 2016 fue un paso más lejos. El mexicano adquirió otros 80 millones de títulos en la ampliación de capital que el Popular llevó a cabo hace un año y amplió su participación por encima del 4%. Con esa operación, el banco aspiraba a cuadrar su balance, reforzar su rentabilidad y dejar atrás el lastre del ladrillo y valoró cada acción en 1,25 euros. Por eso, tras el hundimiento en el parqué de la última semana, Del Valle se ha dejado en bolsa otros 33 millones con esos títulos comprados hace un año.El golpe Luksic
El varapalo de los Luksic es mucho más rápido. La familia chilena, considerada una de las principales fortunas de su país, entró en el Popular el pasado 5 de mayo. Lo hizo a través de la sociedad Vallum Foundation, con la que compró el 3,014% del accionariado: 126,5 millones de acciones a 0,71 euros por acción. En sólo 30 días, pierde con esta inversión 37,8 millones.
El desplome en bolsa y las dudas sobre su futuro, si será o no rescatada por otra entidad, han puesto en el punto de mira a Saracho como presidente. Llegó al cargo el 20 de marzo, impulsado, entre otros, por Del Valle, con el objetivo de encontrar comprador o decidirse por la ampliación de capital. Desde entonces, la acción ha perdido más del 51% de su valor (cotizaba a 0,84 euros) y la capitalización en bolsa de Popular ha visto esfumarse casi 1.765 millones.
Tras este desplome, la próxima semana podría aclarar dudas sobre el futuro del Banco. El Gobierno pidió “tranquilidad” el viernes, en boca de su portavoz Íñigo Méndez de Vigo, pero la inquietud en el Ejecutivo es creciente. Teme que la opción Bankia encalle en los pasillos de Bruselas, por considerarla ayuda de Estado, al ser una entidad controlada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). La presidenta de su equivalente europeo (SRB, en su siglas en inglés) Elke König ha colocado la entidad bajo “alerta temprana” ante el temor de que no llegue ningún competidor que la asuma. El 30 de junio, el futuro del Popular tiene que estar decidido. Sólo quedan tres semanas y, si la sangría en bolsa continúa, las ansiedad puede decidir.
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