Jefe económico de Franco, a la venta de la "marca Paraguay"

  • Paraguay "no es un país con mala fama, es un país sin fama", según su ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, que hoy invitó a sus empresarios a "sumarse al carro" de la regeneración económica y les prometió un futuro "nada menos que brillante" pese al aislamiento regional.

Julia R. Arévalo

Asunción, 5 jul.- Paraguay "no es un país con mala fama, es un país sin fama", según su ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, que hoy invitó a sus empresarios a "sumarse al carro" de la regeneración económica y les prometió un futuro "nada menos que brillante" pese al aislamiento regional.

"Tenemos que tener presencia en el mundo", reclamó Ferreira, quien presentó en un almuerzo con líderes gremiales sus primeros éxitos de gestión: la aprobación de dos proyectos de infraestructura por valor de 140 millones de dólares en el Senado y del Impuesto a la Renta Personal (IRP).

Con una ejecución presupuestaria del 17 % heredada del Gobierno del destituido Fernando Lugo, según sus cifras, el nuevo Ejecutivo ha pedido al Senado que desbloquee proyectos por un total de 480 millones de dólares.

Ferreira convino que, cuando el sector privado no gasta, como ahora sucede en Paraguay, le toca al Estado y consideró una "gran ventaja" que el país tenga que hacer infraestructuras, generadoras de empleo.

Una y otra vez durante el almuerzo, el ministro pidió a los hombres de negocios que propongan proyectos y que cooperen con el Ejecutivo, y a cambio les ofreció opciones de crédito con la emisión de bonos para capitalizar la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD, la banca pública de segundo piso).

Ferreira se propone usar para ello unos 240 millones de dólares de los fondos de pensiones de los trabajadores, parte de los cuales están "durmiendo el sueño de los justos en el Banco Central".

Además, el Banco de Desarrollo de América Latina "nos ha abierto las puertas", dijo sobre los resultados de una reunión este martes en Montevideo, y calculó en 300 a 500 millones de dólares los préstamos del organismo accesibles para Paraguay.

Como el resto del Gobierno, con mandato sólo hasta agosto de 2013, Ferreira evitó dramatizar sobre las consecuencias de la suspensión temporal del Mercosur, pues en lo económico "todos los proyectos continúan" y los recursos del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) "también continúan con una ejecución normal".

Junto al impulso de los proyectos gubernamentales heredados y la promesa de mayor crédito al empresariado, Ferreira anunció que su equipo aprobaría hoy mismo un decreto autorizando las negociaciones con la multinacional Río Tinto para la construcción de una planta de fundición de aluminio en el este del país.

Voces críticas a este proyecto, que hoy se repitieron en el almuerzo, advierten que Paraguay "no tiene la energía que está ofreciendo" a Río Tinto, aunque ahora sí disponga de un gran excedente de las represas sobre el Paraná compartidas con Brasil y Argentina.

Pero el ministro repuso que Río Tinto aportará una inversión de 4.000 millones de dólares y creará una "plataforma industrial" que generará un crecimiento del 3 % del Producto Interno Bruto, con 1.500 millones de dólares anuales en exportaciones.

Ferreira ha asumido una economía en declive, con una estimación de retracción del PIB en torno al 1,5 por ciento en 2012, que ya en el primer trimestre se situó en el -2,6%, frente al crecimiento del 4,4 por ciento en 2011 y del 13,1 en 2010.

El parón económico "se va a notar de manera más fuerte en el segundo semestre", advirtió, tras recordar que el PIB paraguayo depende de rubros muy volátiles como la carne o la soja y bromear con que en el país "es mucho más importante el clima que el Ministerio de Hacienda".

Ferreira propuso cambiar eso, generar valor agregado en el sector agrícola, implicar al empresariado en la construcción de infraestructuras invitándolo a diseñar un "programa que sea emblemático" junto a los responsables de Obras Públicas.

Y les prometió dar a Paraguay una proyección internacional, empezando por la inscripción en la bolsa de Nueva York y siguiendo con una "gira de presentación a los fondos internacionales de inversión", dentro de dos o tres meses.

"Antes de eso, hemos de cambiar nuestra calificación", admitió, para destacar la "buena señal" que Paraguay, único país de América Latina sin Impuesto a la Renta Personal, dio hoy al mundo al aprobar ese tributo, como prometió en 2003 al Fondo Monetario Internacional a cambio de un programa de asistencia.

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