Jonatan Armengol: Ser ciego me ayuda a concentrarme más como catador

  • Jonatan Armengol, periodista especializado, catador y el único crítico gastronómico invidente de España, asegura que "a mí se me olvida que soy ciego" cuando degusta. Incluso eso le ayuda a concentrarse más en los aromas, en" los sabores", en distinguir los ingredientes de un cóctel.

Madrid, 18 jul.- Jonatan Armengol, periodista especializado, catador y el único crítico gastronómico invidente de España, asegura que "a mí se me olvida que soy ciego" cuando degusta. Incluso eso le ayuda a concentrarse más en los aromas, en" los sabores", en distinguir los ingredientes de un cóctel.

"Soy ciego, como otros pueden ser altos o bajitos, rubios o morenos", y, de momento, no ha sufrido discriminaciones, según explica a Efe Armengol, artífice de la "I Guía de Coctelerías de España".

Eso sí, reconoce que hay mucha gente que "a veces no sabe tratarme con naturalidad". "Voy siempre con perro guía y en ningún local me impidieron entrar con él", y, según ironiza, "si lo hubieran hecho, no habrían entrado en la guía" de coctelerías de España.

"Cuando era más joven, me acercaba a un barman y le decía que, si me hacían un coctel de cuatro ingredientes y acertaba tres o cuatro, me tenían que invitar... y no pagaba casi nunca", recuerda el crítico.

Eso "les provocaba muchísimo" y también les "impactaba", porque estos profesionales veían que "yo era capaz de hacer sugerencias con posibles mejoras del combinado, que les acababan gustando más".

El mayor problema que ha encontrado es que "mucha gente se plantea -advierte- si un ciego puede hacer" ciertas cosas, y quizás no se atreven a llamarlo como jurado a una competición -a pesar de que ha participado en muchas- porque creen que no sería capaz de anotar los resultados de cada concursante en un papel o de viajar.

"Los ciegos que estamos integrados en la vida lo estamos al cien por cien", añade, aunque el crítico gastronómico necesita en muchos casos que la población tenga una mentalidad abierta y colaboración.

Recuerda en este sentido que, para poder narrar en su guía cómo son los locales de coctelería que visitaba, se veía obligado a explicar a los propietarios: "No veo, descríbeme tú el local".

La "I Guía de Coctelerías de España" ofrece más de un centenar de establecimientos donde "vivir experiencias", ver como trabajan los barman -algunos hacen auténticas acrobacias-, escuchar música, conversar o disfrutar del buen ambiente a precios asequibles.

Madrid, Barcelona, País Vasco, Galicia y Canarias son los "bastiones" con más locales abiertos, pero también los hay diseminados en pueblos de 5.000 habitantes, donde "merece la pena" ir, como si se tratara de restaurantes con "estrella Michelin".

La coctelería, quizás, es uno de los sectores dentro de la gastronomía más revolucionarios y menos conocidos a la vez.

"Después de los grandes chefs, los barman son los segundos, si no se hallan al mismo nivel, a la hora de desarrollar y crear", afirma Armengol, quien añade que la coctelería creativa está en auge en España, ya que "mucha gente es capaz de imaginar y llegar a cócteles espectaculares".

Entre las curiosidades de las coctelerías recuerda que hay una "barwoman" que llegó a España después de sufrir un secuestro en Colombia y se integró "por causalidad" en el oficio, después de que no encontrara trabajo como periodista, su profesión real, explica.

Subraya igualmente que hay un establecimiento en Cantabria orientado a que las parejas con hijos puedan degustar un preparado con destilados "premium"; también caserones "a pie de un río" y hasta terrazas en hoteles casi "ocultas" y a las que muchos consumidores temen entrar.

O locales temáticos, donde ofrecen deportes o conciertos. "Para gustos hay colores", puntualiza.

Este sector se especializa y va profesionalizando, según asevera el experto. Hay barmans que han viajado al extranjero para formarse, quienes se dedican a ello solamente porque les gusta "mezclar" y quienes empezaron haciendo combinados de "zumo de naranja y Fanta de limón" y ahora regentan un establecimiento de moda.

"Hay gente que lo está haciendo francamente bien", aunque algunos empezaron recogiendo vasos en discotecas o "poniendo cafés", caso del considerado mejor barman mundial, David Ríos.

Entre los ejemplos de la guía, uno de los establecimientos de la misma es "crepería de día y coctelería de noche" y "siempre está a rebosar de gente joven"; otro opta por un ambiente exclusivo a lo James Bond; un tercero se ha especializado en cócteles con vino, y un cuarto mezcla destilados con infusiones de té.

"Hay locales muy exclusivos y que no son caros" y también algunos "un poco clandestinos", por lo difícil de encontrarlos, sopesa.

Algunos, con aforo para 300 personas y otros donde apenas caben 10, y también los hay de todos los precios, aunque su guía se ha concentrado en lugares asequibles para todos los públicos, con precios que oscilan desde los 5 o 6 euros hasta los 20 por un combinado.

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