Valladolid, 29 nov.- La Junta de Castilla y León no se ha mostrado sorprendida de que como resultado de la reorganización del sistema financiero Bankia, que integra a Caja Segovia y Caja Soria, tenga que reducir su plantilla en España en 6.000 empleados y cerrar 1.100 oficinas, de lo que ha responsabilizado a sus gestores.
"No nos ha sorprendido, era algo que se veía venir", aunque la opción de la Junta era otra -una gran caja autonómica-, y la "responsabilidad está en los gestores de esas cajas", ha afirmado el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Por otra parte, en estos últimos días Caja Ávila y Segovia se han convertido en fundaciones legalmente, y ahora, según ha recordado el portavoz de la Junta, "tienen que avanzar, presentar los estatutos, la Junta ejercer el protectorado", en resumen "se está iniciando el proceso; ha empezado ayer o hoy"
El también consejero de la Presidencia ha pedido, por otra parte, "prudencia" sobre la negociación entre Caja España-Duero e Ibercaja, que como todas tiene sus altibajos, y ha confiado en que "más pronto que tarde culmine con éxito".
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