El mozo de equipaje de un aeropuerto que consiguió una fortuna de 110 millones

  • Tras vender una de las agencias de viajes más importantes de Inglaterra, que él mismo fundó, creó una fundación para ayudar a ONGs.
Fotografía de un mozo de equipaje.
Fotografía de un mozo de equipaje.
Pixabay.

Conseguir convertirse en millonario empezando desde cero es muy difícil, por ello muchos de quienes lo consiguen quieren ayudar a otros en situaciones más complicadas. Es el ejemplo de Ken Townsley, quien fundó una agencia de viajes que se convirtió en la más importante de propiedad británica en el país y cuya fortuna ha alcanzado los 100 millones de dólares. Tras vender su empresa decidió volcarse con las ONGs, a quienes ayuda económicamente.

Ken Townsley nació en Blackpool, una localidad costera al noroeste de Inglaterra, en una familia de clase trabajadora hace 73 años. Comenzó trabajando a los 15 como mozo de equipaje en el aeropuerto de su ciudad, donde fue abriéndose un camino, para más tarde llegar a encargado de reservas. Sin embargo, tuvo que seguir trabajándose su futuro, ya que con 22 años la empresa para la que trabajaba cerró.

Sus inicios en el aeropuerto pronto despertaron su pasión por el sector turístico, y con el dinero del despido, Townsley fundó la agencia de viajes Gold Medal Travel. Desde sus comienzos austeros, y tras cerca de 40 años de actividad, la empresa alcanzó los 600 trabajadores, siendo durante años el mayor operador turístico británico.

La empresa llegó a vender más de 3 millones de vuelos en un año, contaba con una base de datos de 2,8 millones de clientes e incluía más de 150.000 destinos. En 2009 fue vendida al gigante empresarial Thomas Cook. Gracias a la venta Townsley se embolsó alrededor de 87 millones de libras (97 millones de euros).

Filántropo

Tras conseguir el éxito empresarial con esta agencia de viajes, Townsley decidió invertir su fortuna en buenas causas y fundó en 2015 la Fundación Kentown Wizard, desde la que ha prometido donar 100 millones de libras, como explican en la página web de la fundación. Los beneficiaros son ONGs dedicadas a niños con enfermedades terminales o que les limitan la vida. 

Margaret Ingram, quien dirige la fundación Kentown en Blackpool asegura que muchas organizaciones se sorprenden con las donaciones. “Muy a menudo se sorprenden al escucharnos porque no han presentado una solicitud. Sólo preguntamos si quieren algo de dinero", aseguró a The Guardian. 

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