La amenaza de una nueva recesión hunde el precio del crudo un 10 por ciento

  • Como una escena de película en la que un autobús cae a un precipicio a cámara lenta. Así de gráficamente ha descrito la consultora KBC lo ocurrido esta semana con los precios del crudo, que se han desplomado un 7 por ciento en el caso del Brent europeo y hasta un 10 por ciento en el Texas estadounidense.

Antonio Sánchez Solís

Viena, 24 sep.- Como una escena de película en la que un autobús cae a un precipicio a cámara lenta. Así de gráficamente ha descrito la consultora KBC lo ocurrido esta semana con los precios del crudo, que se han desplomado un 7 por ciento en el caso del Brent europeo y hasta un 10 por ciento en el Texas estadounidense.

La crisis de endeudamiento en Europa, con Grecia a la cabeza, los recelos sobre las últimas medidas de Washington para despertar a la economía y el generalizado temor a una nueva recesión, castigaron toda la semana a unos precios del crudo ya debilitados por las depreciaciones de la semana anterior.

La semana comenzó con las cotizaciones del "oro negro" a la baja, ante la aparente incapacidad de los países europeos de cerrar un acuerdo que impida la quiebra de Grecia.

La cumbre de ministros de Finanzas de la Eurozona celebrada el fin de semana pasado acabó sin medidas concretas y con algunos dirigentes, como la austríaca Maria Fekter, incluso dando crédito a la opción de dejar que Grecia declare el impago de parte de su deuda.

Pero si la inactividad europea fue mal recibida por los mercados, tampoco sentó bien el nuevo intento de estímulo anunciado por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.

El miércoles, la Fed anunció un plan de estímulo de la economía estadounidense mediante un canje de bonos del Tesoro de corto plazo por otros de más largo plazo por un monto de 400.000 millones de dólares para asegurar bajos tipos de interés por más tiempo.

Los inversores depositaron muy pocas esperanzas en la efectividad de una medida ya probada en los años 60, pero que ahora despertó tan poco entusiasmo que las Bolsas sufrieron una generalizada caída en la que les acompañó el precio del crudo.

Para los analistas de KBC, esa medida parece "menos una iniciativa política y más un jadeante último intento por parte de la Fed de mostrar que estaba haciendo algo para librar a los Estados Unidos de un descenso en picado en una recesión de doble fondo".

Lo cierto es que los precios del petróleo reaccionaron a la baja y ni siquiera fueron contenidos por el anuncio ese día de que las reservas de crudo en Estados Unidos disminuyeron en 7,3 millones de barriles la semana pasada, un dato que normalmente se relaciona con el aumento del consumo y anima las cotizaciones hacia arriba.

Tampoco ayudó el panorama descrito por la Fed para la economía del mayor consumidor de crudo del planeta, en la que el gasto de los hogares ha crecido a un ritmo modesto, el sector de la vivienda permanece deprimido y la tasa de desempleo sigue siendo alta.

El Departamento de Trabajo anunció el jueves que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo bajó en 9.000, aunque el promedio de peticiones, que se considera un indicador más fiable sobre las tendencias, anotó el cuarto incremento semanal en cinco semanas y el nivel más alto desde mediados de julio.

La alarma de la recesión comenzó a sonar entre los operadores y el grado de nerviosismo subió aún más tras la difusión del indicador de actividad de la industria china, que mostró en septiembre una preocupante desaceleración.

Con el miedo de la recesión en el cuerpo, y a la espera del resultado hoy de las asambleas anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, los precios del crudo cerraron la semana con fuertes pérdidas.

El Texas estadounidenses perdió la barrera sicológica de los 80 dólares y cotizó a 79,85 dólares por barril, un 10 por ciento menos que la semana pasada.

En el Intercontinental Exchange Futures de Londres, el crudo Brent de referencia en Europa perdió un 7,3 por ciento respecto al viernes anterior y cotizó a 103,97 dólares por barril.

Por su parte, el precio del barril OPEP bajó el jueves, última cotización conocida, hasta los 105,11 dólares, el precio más bajo en cuatro semanas.

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