Salir a bolsa en tiempos de crisis es una decisión arriesgada. Sin embargo, también es una alternativa para que aquellas empresas que no consiguen créditos de manos de las entidades financieras aumenten su liquidez. Y esta fue la principal razón que llevó a Zinkia y a Imaginarium a estrenarse en el selectivo español. Para aprovechar al máximo su 'puesta de largo', escogieron un mercado apropiado a sus características y posibilidades como es elMAB (Mercado Alternativo Bursátil). Eligieron también una estrategia conservadora, con un precio razonable y por debajo de las previsiones. Y lo más importante: comparten un plan a largo plazo, por lo que, a priori, su éxtito bursátil debería esperar.
Sin embargo, Zinkia se ha adelantado a los planes iniciales. Su espectacular estreno ya apuntaba maneras: en la primera sesión -el 15 de julio-las acciones se revalorizaron un 27,6% y en la primera semana avanzó un 22,4%. Su revalorización desde el debut se ha elevado hasta el 11,9%. Para Enrique Quemada, Consejero Delegado de ONE to ONE Capital Partners, la clave del éxito de la compañía creadora del muñeco Pocoyó fue "ser la primera y convertir la salida a Bolsa en la mejor campaña de marketing y comunicación" porque "solamente la campaña multiplicó su valor". Sin duda, escogió un buen momento para iniciar su 'marcador bursátil'.
Por el contrario, Imaginarium si que se necesitará ese 'largo plazo' para concretar los buenos resultados. La firma escogió el 1 de diciembre para entrar en el MAB y pocos minutos después de empezar a cotizar, las acciones de la cadena de juguetes se revalorizaban un 4,4%. Dos semanas más tarde, sus títulos retroceden el 14,4% (alcaer hasta los 3,85 euros por acción que registró ayer tras el cierrede sesión, desde los 4,50 euros que conquistó en su debut). A pesar de estos resultados, Imaginarium no ha cometido ningún 'pecado capital'. Más bien todo lo contrario: su estrategia ha sido acertada y sus inversores son conscientes de que el proyecto podría no obtener recompensa hasta dentro de unos años. "Lo de Zinkia fue fascinante. Es difícil que se vuelva a repetir", asegura Enrique Quemada.
Además, hay que tener en cuenta la situación actual. Imaginarium se ha comido la crisis de Dubai y su principal hólding estatal y todas las malas calificaciones que se ha llevado la economía española por parte de las agencias crediticias y bancos de inversión. "Imaginarium ha tenido muy mala suerte", puntualiza el Consejero de ONE to ONE.
Aunque el mercado está sensible y vulnerable, esta evolución dispar de Zinkia e Imaginarium no desanimarán al mercado porque, como explica Quemada, "empresas de todos los sectores se están planteando salir a Bolsa bajo un objetivo: buscar dinero para crece,pero es verdad que esto provocará que las estrategias sean menos agresivas".
El futuro bursátil de las compañías infantiles
Los extremos nunca son buenos porque ni el porvenir de Zinkia es blanco ni el de Imaginarium negro. La cadena de jugueterías tiene buenas perspectivas de fututo: "es una compañía que está creciendo, que está desarrollando un plan de expansión internacional y que tiene como punto fuerte un producto propio y muy singular". Por otro lado, la buena racha de la compañía de Pocoyó ha aumentado sus expectativas, así que tiene un largo camino por delante. "Tiene que demostrar mucho más que Imaginarium y tiene por delante tres años para conseguirlo". Ahora los caminos de ambas firmas se han separado, pero la Bolsa podría juntarlos de nuevo de aquí a unos años porque, como vaticina el Consejero Delegado de ONE to ONE, "las veremos seguro en el Mercado Contínuo".
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