La brasileña Oi asegura que su fusión con la lusa PT es "irreversible"

Lisboa, 18 ene.- La operadora brasileña Oi consideró que la fusión con Portugal Telecom (PT) es ya totalmente "irreversible" y negó cualquier tipo de incumplimiento del acuerdo alcanzado con la firma lusa.

En un comunicado enviado a la Comisión del Mercado de Valores portuguesa (CMVM), los responsables de Oi rechazaron que la venta de los activos de PT en suelo luso -en manos de la compañía brasileña debido al proceso de fusión iniciado en 2013- implique una ruptura entre las dos empresas.

La postura de Oi contrasta con las críticas vertidas por diferentes personalidades y sectores en Portugal a la operación pactada con Altice a cambio de 7.400 millones de euros, todavía pendiente de confirmación por parte de los accionistas.

En Lisboa existe decepción por el rumbo adoptado por esta alianza y durante las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad de un hipotético incumplimiento que permitiera revertir la fusión.

Entre estas voces se sitúa la del ex presidente de PT, Henrique Granadeiro, quien reconoció la semana pasada haber cambiado de opinión sobre la conveniencia de este negocio después de ver la actitud de la firma brasileña.

Granadeiro defendió que la venta del negocio de PT en suelo luso "desvirtúa el proyecto" y hace la fusión "inaceptable".

El ex presidente fue el responsable de renegociar los términos de esta alianza en septiembre de 2014, pero dijo no saber que Oi tuviera pensado ya en ese momento desprenderse de la división operativa de la compañía portuguesa.

La fusión de PT con Oi está, de momento, inacabada. La parte operativa de la operadora se encuentra integrada desde hace meses en la firma brasileña, pero hay una parte únicamente financiera, a la que se conoce por PT SGPS, que se mantiene fuera del grupo.

De hecho, desde la operadora brasileña insisten en que la decisión está en manos de los accionistas de PT SPGS, que se reúnen para decir la operación con Altice el próximo día 22.

"Si los accionistas aprueban la venta, el consentimiento está dado, si no la aprueban, la venta no se produce. En ninguno de los casos existe incumplimiento de lo acordado, apenas existe una posibilidad de optar o no por una alteración consensuada de los términos anteriormente pactados", defendieron desde la compañía brasileña.

Las divergencias entre Oi y su socio portugués surgieron a partir de la detección en PT de una deuda de 900 millones de euros en títulos del Grupo Espírito Santo, cuyo cobro es ahora difícilmente recuperable tras el derrumbe sufrido por este conglomerado empresarial.