La calle Lombard de San Francisco cierra al tráfico y se llena de peatones

  • Uno de los principales reclamos turísticos de San Francisco, la famosa y tortuosa calle Lombard, ofreció hoy una imagen nada habitual, ya que por primera vez fue cerrada al tráfico de vehículos y se llenó de peatones, bicicletas y monopatines.

San Francisco (EE.UU.), 21 jun.- Uno de los principales reclamos turísticos de San Francisco, la famosa y tortuosa calle Lombard, ofreció hoy una imagen nada habitual, ya que por primera vez fue cerrada al tráfico de vehículos y se llenó de peatones, bicicletas y monopatines.

Este sábado fue el primer día de implantación de una prueba piloto que realiza el Ayuntamiento de la ciudad californiana para tratar de aliviar el tráfico de coches de uno de los puntos turísticos más concurridos de San Francisco, y que se repetirá, por lo menos, mañana, los próximos tres fines de semana y el viernes 4 de julio.

Aunque la idea inicial del Ayuntamiento era que mientras la calle estuviese cerrada para los coches, los peatones tampoco pudiesen acceder a la calzada y tuviesen que utilizar las aceras adyacentes, el gran volumen de turistas ha obligado a modificar los planes y éstos se han apoderado del conjunto de la calle Lombard.

Una riada incesante de peatones, bicicletas y monopatines ha descendido por la inclinada calle de San Francisco a partir del mediodía, cuando el cierre al tráfico se ha hecho efectivo.

"No me gusta nada esta idea porque cada vez que el coche de un vecino tiene que entrar en su garaje hay que apartar a toda la gente, y cuesta muchísimo. Los turistas están sacando fotografías o disfrutando de las vistas y no hacen caso", se quejó en declaraciones a Efe Andrew Hunt, uno de los agentes de tráfico encargados de controlar la jornada de hoy en Lombard Street.

Sin embargo, no lo han visto así los turistas, quienes han podido disfrutar a pie y con total tranquilidad de un paseo y unas vistas a las que normalmente no se tiene acceso, ya que cuando la calle está abierta a la circulación de vehículos, los peatones sólo pueden desplazarse por la acera.

"No sabíamos que estaba cerrada al tráfico, así que veníamos en coche y hemos tenido que aparcar a cinco bloques de aquí, pero, francamente, creo que esto es mucho mejor que visitar la calle desde el coche. Las vistas son magníficas", explicó a Efe Olivia Turmanson, natural de Reno (Nevada), quien está pasando este fin de semana en San Francisco junto a su marido y sus dos hijas.

El tramo de Lombard que transcurre entre las calles Hyde y Leavenworth es conocido en todo el mundo por presentar, en apenas 120 metros de longitud, hasta ocho curvas muy cerradas que le han valido el título de "calle más tortuosa" del planeta y la han convertido en escenario predilecto de numerosas películas y series de televisión.

En la película de 1958 "Vértigo", ambientada en la ciudad, el director británico Alfred Hitchcock eligió una casa de la calle Lombard muy cercana a este tramo para situar el apartamento del protagonista, Scottie Ferguson, encarnado por James Stewart.

Es esta fama la que la ha alzado como punto de visita obligado para los turistas que llegan a la ciudad, muchos de los cuales no perdían hasta ahora la oportunidad de circular por ella con sus coches, lo que generaba largas filas de vehículos en las calles adyacentes durante los fines de semana en verano, lo que provocaba las quejas de los vecinos.

Los cerrados giros que los conductores deben realizar para salvar las curvas unidos a la pronunciada inclinación de la calle de 27 grados -ya que está construida en la pendiente de una colina- hacen que la velocidad recomendada para circular por ella sea de 8 kilómetros por hora, lo que todavía dificulta más la fluidez de la circulación.

Así, hoy por vez primera hasta una decena de agentes de tráfico controlaban este tramo de la calle y la cortaban a la circulación entre los cruces con las calles Larkin y Leavenworth desde el mediodía y hasta las 6 de la tarde, las horas de mayor afluencia de visitantes.

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