La Cepal baja al 3 % previsión de crecimiento por freno de Brasil y México

  • Fuencis Rausell.

Fuencis Rausell.

Santiago de Chile, 24 jul.- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) anunció hoy una rebaja del 3,5 al 3 % en su previsión de crecimiento de la región para este año, con lo que se espera una tasa similar a la de 2012, debido en parte a una expansión menor de la proyectada en Brasil y en México.

Además, algunas economías que venían creciendo a tasas elevadas, como Panamá, Chile y Perú, muestran una desaceleración en los últimos meses, según un informe presentado hoy en Santiago de Chile, sede del organismo regional de Naciones Unidas.

De acuerdo a sus estimaciones, Paraguay lideraría el crecimiento en 2013, con un alza del 12,5 %, seguido por Panamá (7,5 %), Perú (5,9 %), Bolivia (5,5 %), Nicaragua (5,0 %) y Chile (4,6 %), en tanto que Argentina crecería un 3,5 %; Brasil, un 2,5 %, y México, un 2,8 %.

Entre los países cuyo crecimiento fue revisado a la baja destacan Chile (del 5 % previsto en abril al 4,6 % proyectado ahora), Colombia (de 4,5 a 4 %), México (de 3,8 a 2,8 %) y Brasil (de 3,0 a 2,5 %).

Por subregiones, América del Sur se expandirá un 3,1 %; Centroamérica un 3,5 %, y El Caribe un 2,0 %.

La Cepal advierte además de que el crecimiento económico de la región se ha desacelerado respecto a los años previos a la crisis de 2008: si entre 2004 y 2007 se creció a una media del 5,3 %, entre 2011 y 2013 el promedio será del 3,4 %.

Esa ralentización se enmarca en un contexto externo que presenta riesgos de corto plazo, especialmente por la recesión en la Eurozona y la desaceleración en China, que inciden en un menor dinamismo de las exportaciones de la región, así como por la incertidumbre sobre la política monetaria de Estados Unidos.

Según explicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, para 2013 se espera un repunte del 4 % en el valor de las exportaciones, alza mayor al 1,5 % registrado en 2012, pero todavía muy por debajo de las tasas superiores al 20 % anotadas en 2011 y 2010.

Todo ello en medio de una desaceleración de los precios de los productos básicos de exportación, de los que América del Sur es especialmente dependiente. Las importaciones, en tanto, crecerían un 6 % en 2013 (comparado con el 4,3 % de 2012).

Mientras, el déficit de cuenta corriente podría llegar al 2 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2013, el mayor desde 2001.

Por otra parte, el desempleo en la región cayó modestamente al 6,7 % durante el primer trimestre de 2013, frente al 6,9 % del mismo periodo de 2012, y se espera que este año se mantenga estable.

En tanto, las presiones inflacionarias son este año levemente superiores, debido sobre todo al alza de los precios de los alimentos, y la inflación regional acumulada en doce meses se situó en mayo de 2013 en el 6,0 %.

Por otra parte, a pesar de la inestabilidad financiera, la región mantiene acceso a los mercados internacionales y en el primer semestre de 2013 emitió bonos por 62.207 millones de dólares, más de la mitad de lo emitido en todo 2012.

Entre las debilidades de la región a medio y largo plazo, la Cepal señala que el crecimiento es altamente dependiente del consumo, que en 2013 ha tenido un repunte menor que el pasado año, y no de las exportaciones netas ni de la inversión.

En el caso del consumo, éste está creciendo menos debido a la desaceleración en la creación de empleo y en el alza de los salarios reales, mientras que las exportaciones tampoco han recuperado el vigor de hace dos años.

Así, la Cepal pone énfasis en la necesidad de potenciar la inversión para diversificar la estructura productiva ante el probable fin del auge de los precios básicos y advierte de que la insuficiente e inadecuada inversión impide que aumenten la productividad y el crecimiento económico.

Según la Cepal, entre los factores que explican esa insuficiencia en la inversión están su vinculación con el crecimiento económico, su dependencia del ahorro nacional, que a su vez es fluctuante, y la existencia de capacidad ociosa (capacidades que no se utilizan).

Por ello, el organismo de Naciones Unidas propone un pacto social para la inversión que favorezca la concertación entre el Estado, el sector empresarial nacional y extranjero y las organizaciones sociales a través de instancias de coordinación.

Todo ello, con el objetivo de establecer un marco institucional con políticas de costo y largo plazo en los ámbitos industrial, social, laboral y ambiental para favorecer un cambio estructural sostenible y mayor productividad. EFE

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