La crisis se adueña de la conmemoración de la república en Portugal

  • La grave crisis lusa ha protagonizado el 102 aniversario de la proclamación de la república en Portugal, un día que, para ahorrar, ya no será festivo y que hoy se vio rodeado de muestras de descontento popular y gruesas acusaciones políticas.

Emilio Crespo

Lisboa, 5 oct.- La grave crisis lusa ha protagonizado el 102 aniversario de la proclamación de la república en Portugal, un día que, para ahorrar, ya no será festivo y que hoy se vio rodeado de muestras de descontento popular y gruesas acusaciones políticas.

Los actos oficiales conmemorativos del fin de la monarquía lusa no se realizaron en la plaza del ayuntamiento de Lisboa, como es tradicional, para evitar las protestas y abucheos populares -según la oposición- que se han convertido en habituales en los actos públicos de los miembros del Gobierno conservador luso.

Pero aun así una mujer de unos sesenta años se coló en la ceremonia gritando que estaba desempleada y sin medios para vivir, mientras el jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, exhortaba en su discurso oficial a no perder la esperanza en la recuperación y a que los sacrificios tengan "sentido".

Poco antes se escucharon también frases críticas cuando en la ceremonia de izar la bandera, la enseña lusa apareció boca abajo para sorpresa de los invitados y los medios lusos.

En el mismo acto, el alcalde de Lisboa, el socialista Antonio Costa, en un discurso en el que criticó "el regreso a la economía de los bajos salarios", desafió la decisión gubernamental de eliminar, desde 2013, el festivo del día de la República.

El Ayuntamiento de la capital, prometió, seguirá organizando los actos de esa y otras conmemoraciones eliminadas del calendario de fiestas laborales con las medidas de austeridad aplicadas en el último año para cumplir las condiciones del rescate financiero de Portugal.

Después del acto, varios políticos de la oposición se deshicieron en críticas al discurso del jefe de Estado y a la situación del país.

Francisco Louca, del Bloque de Izquierda, se declaró "triste e indignado" por que el acto de conmemoración se realizara a "escondidas", en un recinto cerrado de la plaza de Comercio.

Ese cambio de escenario fue también el argumento que dio para no asistir al acto el ex presidente y líder histórico socialista Mario Soares, según declaraciones publicadas por los medios lusos en las que comparó esa medida con las prácticas de la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar.

Vasco Lourenco, uno de los militares que encabezó la revolución de los Claveles, que en abril de 1974 acabó con esa dictadura e instauró la actual democracia lusa, fue mucho más duro en sus afirmaciones.

El coronel retirado, que preside la asociación de los capitanes que protagonizaron el 25 de Abril, denunció "la corrupción y la especulación financiera" de la que es víctima Portugal y consideró que su democracia esta "moribunda" y es necesario reconstruir el Estado y sustituir "la clase dominante".

El primer ministro, Pedro Passos Coelho, hoy fuera de Portugal, no escapó a la polémica y justificó desde una reunión europea en Bratislva su ausencia de las ceremonias de hoy por la necesidad "indispensable" de defender los intereses del país.

En declaraciones a medios lusos, el jefe del Ejecutivo y del partido de Gobierno rehusó comentar las nuevas críticas a su política de austeridad lanzadas por uno de sus antecesores en la dirección socialdemócrata, Luis Marques Mendes.

El expresidente del partido de Gobierno (2005-2007) calificó ante la televisión lusa de "asalto a mano armada al contribuyente" el nuevo aumento de impuestos anunciado por el Ejecutivo el martes, que eleva en más de un 30 % el tipo medio del impuestos sobre la renta.

Otras figuras socialdemócratas destacadas, así como los empresarios y líderes de los democristianos, que gobiernan en coalición y dan mayoría absoluta a Passos Coelho, criticaron también en las últimas semanas las medidas de austeridad, contestadas además en dos jornadas de grandes manifestaciones.

La mayor central lusa, la Confederación de General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) siguió adelante con sus medidas de presión contra el Gobierno y abrió hoy una marcha de sindicalistas desde la ciudad de Braga hasta Lisboa.

La CGTP aprovechó además la jornada de la conmemoración republicana para exhortar al otro gran sindicato luso, la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) a sumarse a su convocatoria de huelga general para el 14 de noviembre.

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