La cumbre

  • La cumbre europea que se celebrará este domingo marcó los designios durante la semana bursátil, en la que el mercado bajó el 1,36 por ciento.

Raimundo Díaz

Madrid, 22 oct.- La cumbre europea que se celebrará este domingo marcó los designios durante la semana bursátil, en la que el mercado bajó el 1,36 por ciento.

Después de tres semanas de ganancias consecutivas, los inversores atemperaron sus deseos de recoger beneficios por las noticias que llegaban de las negociaciones previas al anhelado encuentro, en el que se espera se resuelvan algunos de los problemas económicos que están condicionando al mercado.

Aunque se matizaban, desmentían o se ignoraban muchas de estas noticias, parece que los intereses de Merkel y Sarkozy empiezan a ser coincidentes y que entre el domingo y el próximo miércoles se conseguirá algún tipo de acuerdo sobre las cuestiones que preocupan a los inversores.

De estas, destacan la resolución de la crisis de la deuda griega, con la quita que corresponda; la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y de sus atribuciones; el refuerzo del capital bancario y la valoración de sus activos (deuda), y la creación de un gobierno económico europeo, con mayor control fiscal.

La capacidad de los líderes europeos para solventar el "bochornoso espectáculo" que están dando, como lo ha calificado alguno de ellos; la ambición, la torpeza o el (des) interés con que se apliquen en la resolución de esta situación determinarán la evolución a corto y medio plazo de los mercados y la economía.

Pero antes de que llegue el domingo se habrán reunido el Eurogrupo -los ministros de Economía de la zona euro- y los dirigentes alemán y francés. Después de ese día, si hay fumata blanca, o por lo menos gris, los parlamentarios alemanes tendrán que dar su plácet y el miércoles se celebrará la cumbre final.

Además del "anillo de asteroides" que ha rodeado a la dichosa cumbre, en estos días ha habido otro tipo de acontecimientos, aunque han caído sobre el mercado con menor incidencia.

China, dispuesta a ayudar a Europa, anunciaba que su economía se había desacelerado en el tercer trimestre respecto al anterior cuatro décimas, hasta el 9,1 por ciento.

Por contra, se conocían datos sobre la mejora de la producción industrial en Estados Unidos, aunque empeoraban la confianza empresarial e inversora en Alemania y Moody's rebajaba la calificación crediticia de la deuda de la "república" española.

Hubo resultados empresariales para todos los gustos y en Grecia se celebraron dos jornadas de huelga general mientras se aprobaban nuevos recortes.

En cuanto al resultado semanal de las empresas del IBEX, bajaron veinticinco y subieron diez.

La mayor caída correspondió a Mediaset, el 9,18 por ciento, seguida de Gamesa, con un descenso del 8,7 por ciento, y Acerinox, que cedió el 5,13 por ciento.

Sacyr, tras la salida de Luis del Rivero de la presidencia, lideró las ganancias con un avance del 2,76 por ciento, en tanto que Inditex subió el 1,92 por ciento, y Ferrovial, el 1,31 por ciento.

Todos los grandes valores bajaron: BBVA, que la próxima semana culmina la ampliación del 1,7 por ciento de su capital para pagar un dividendo en acciones, el 2,56 por ciento; Repsol, el 1,9 por ciento; Iberdrola, el 1,88 por ciento; Banco Santander, el 1,3 por ciento, y Telefónica, el 0,42 por ciento.

La próxima semana, en la que el mercado nacional partirá de 8.853 puntos, los inversores estarán pendientes de datos adelantados de actividad en los sectores servicios e industrial de varios países europeos, así como de estadísticas de consumo, que también se publicarán en Estados Unidos, donde se conocerá el PIB del tercer trimestre.

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