La "mano derecha" de De Cabo defiende que sólo intentó sacar adelante Marsans

Madrid, 30 abr.- Iván Losada, "mano derecha" del dueño de Viajes Marsans, el empresario valenciano Ángel De Cabo, ha defendido hoy en la Audiencia Nacional que intentó hacer un plan de viabilidad para el grupo después de comprárselo al expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, pero que no salió adelante.

Al término de su declaración como imputado en la "operación Crucero", en la que el juez Eloy Velasco investiga el vaciamiento patrimonial del grupo turístico, Iván Losada ha insistido en que su papel se limitaba sólo a gestionar Marsans, han informado fuentes jurídicas.

De esta forma, se ha desvinculado de otras empresas como Trapsa y del resto de patrimoniales de Díaz Ferrán que, como él, permanece en prisión eludible bajo fianza de diez millones de euros desde el pasado 5 de diciembre.

El juez sostiene que Losada, -representante de Teinver, la matriz de Marsans, y administrador único de Viajes Marsans desde junio de 2010, por lo que recibía un salario bruto anual de 500.000 euros más un 5 % de beneficios-, era "una de las personas de máxima confianza de De Cabo y por tanto, uno de los pocos con poder de decisión en la organización" sin consultar al valenciano.

Así, ordenaba a los presuntos testaferros y "era el depositario o custodio de bienes, documentación, dinero o cheques que tienen origen o vinculación con los fondos o activos de las entidades alzadas y adquiridas por la organización de De Cabo".

Previamente a su "número dos", el empresario valenciano -en cuyo caso la fianza impuesta asciende a 15 millones- se ha reafirmado ante Velasco en lo que ya apuntó en su interrogatorio la semana pasada, cuando aseguró que el expresidente de la CEOE le engañó al venderle Marsans y otras sociedades, puesto que ya las había vaciado de bienes.

No obstante, pese al supuesto engaño sufrido entregó 8 millones de euros a Díaz Ferrán en concepto de préstamo.

El juez Velasco mantiene que Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, ya fallecido, acordaron con De Cabo el traspaso del grupo turístico y de su patrimonio para eludir el pago a sus acreedores a cambio de recibir "cien mil euros mensuales hasta alcanzar la suma de ocho millones de euros".

De Cabo negó que pactara esos pagos con Díaz Ferrán y declaró que los préstamos fueron garantizados con las hipotecas sobre los bienes de los hijos del expresidente de la CEOE, mientras que los concedidos a Pascual -aunque no consta que éste llegara a recibir ningún dinero- tenían como aval los muebles y los trofeos de caza intervenidos en una nave de Ribarroja del Turia (Valencia).

Hoy también ha comparecido el cuñado de De Cabo, Teodoro Garrido, que ha admitido que ejerció de testaferro por sus vínculos familiares con él pero que no participó en la gestión de ninguna de las sociedades.

Una versión que han corroborado el resto de imputados, motivo por el que el magistrado le ha rebajado su fianza de medio millón a 30.000 euros, según las mismas fuentes.

El juez mantiene imputados a los tres por alzamiento de bienes, insolvencia punible y blanqueo de capitales, entre otros, por haber urdido una trama para ocultar bienes de Marsans y patrimonio personal de Díaz Ferrán y su socio.