La ministra alemana de Agricultura y Defensa del Consumidor, Ilse Aigner, defiende ahora la actuación de las autoridades de Hamburgo al advertir sobre el peligro de los pepinos españoles, a pesar de que ayer la responsable de Sanidad de ese estado federado tuvo que desdecirse porque las pruebas confirmaban su error.
Aún así Aigner justifica las primeras acusaciones el jueves pasado, porque "se había encontrado un agente patógeno en ellos".Los test han desvelado que ese agente no era el culpable del brote de E. coli.
Por su parte, la responsable de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, se defiende también. Asegura que la advertencia no fue precipitada.
Ha explicado que debía informar a todos los organismos de Alemania y la Unión Europea sobre el brote de E. coli. Pero antes de eso, lo dijo públicamente en una rueda de prensa y apuntando directamente a España.
La ministra de Agricultura ha recordado que la alerta dictada por las autoridades sanitarias alemanas contra el consumo de pepinos, lechugas y tomates sigue vigente y tiene justificación, ya que aún no se ha encontrado el origen del brote infeccioso generado por la bacteria E.coli que ha causado quince muertos en Alemania y uno en Suecia.
A pesar de todo, EEUU también está inspeccionando ahora lotes de pepinos, tomates y lechuga llegados desde España. Dicen que es como medida de prevención.
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