La onu ha recaudado sólo un 14% de fondos para luchar contra el hambre en el sahel


Naciones Unidas hizo este viernes un llamamiento a la comunidad internacional de donantes para que renueve su compromiso en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria en el Sahel, zona que delimita con el desierto del Sáhara al norte y con la sabana sudanesa en el sur, y que abarca Mauritania, Mali, Níger y Argelia, entre otros países.
El pasado mes de febrero, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) pidió 116 millones de dólares (unos 86,4 millones de euros) para ayudar a los más de 7,5 millones de personas vulnerables en el Sahel, aunque hasta el momento apenas ha recibido 16 millones de dólares (11,9 millones de euros), menos del 14% de lo solicitado.
De esta forma, la FAO tiene un déficit de unos 100 millones de dólares (unos 75 millones de euros) para combatir el hambre en el Sahel protegiendo y fortaleciendo la resiliencia de las familias pobres en esta región.
Existen varios factores, como el impacto de varios conflictos en curso y las sequías recurrentes, que están agravando la inseguridad alimentaria en la región, según advirtieron este viernes en un comunicado conjunto la FAO y el coordinador regional de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas para el Sahel, Robert Piper.
"Si queremos salir de este ciclo de crisis crónicas en la región del Sahel, la ayuda de emergencia a los agricultores y pastores vulnerables debe ser considerada una prioridad", indicó Piper, quien añadió que “la mejor manera de reducir las necesidades de ayuda de emergencia de mañana es ayudar a las familias a proteger sus activos hoy".
Por su parte, Bukar Tijani, director general adjunto de la FAO y responsable de este organismo en África, advirtió de que, “debido a los déficits de financiación, las intervenciones que podrían evitar que la situación de seguridad alimentaria empeore se retrasan, al tiempo que la capacidad de las comunidades vulnerables para hacer frente a los choques repetidos se deteriora".
Este año, como parte del compromiso de ‘hambre cero’ en la región del Sahel, la ONU y sus socios humanitarios lanzaron un ambicioso Plan de Respuesta Estratégica Regional para el Sahel, de tres años de duración, para apoyar la resiliencia a largo plazo y abordar las causas profundas del hambre.
Sin embargo, la ONU indicó que “la situación sigue siendo motivo de gran preocupación”, puesto que más de 20 millones de personas sufrían de inseguridad alimentaria el pasado mes de febrero, lo que se ve agravado por la actual temporada de escasez y el agotamiento de las reservas de alimentos.
Además, la estación de las lluvias ha sido hasta ahora irregular, con precipitaciones abundantes en el oeste de la región (excepto en Senegal), y por debajo de la media en algunas partes del este, especialmente Nigeria, Togo y Benín (en el Golfo de Guinea), así como en Burkina Faso, Níger y Chad. La disminución de las lluvias han retrasado las actividades de siembra en Senegal y Chad.
PERSONAS DESPLAZADAS
Por otro lado, la FAO subrayó que la inseguridad alimentaria crónica en el Sahel se está deteriorando aún más por el desplazamiento de la población, pues las personas que han abandonado sus casas en la República Centroafricana y Nigeria y que han buscado refugio en Camerún, Níger y Chad están requiriendo asistencia urgente.
“En muchos casos, y para poder atender en parte las necesidades de los refugiados, las familias de acogida utilizan sus propias reservas de alimentos y sus limitados recursos. Los refugiados huyen con su ganado, poniendo presión adicional sobre los recursos naturales y las áreas cultivadas, lo que hace aumentar el riesgo de conflicto entre comunidades. Los recientes enfrentamientos en el norte de Malí también han generado nuevos desplazamientos de población hacia el sur del país y los países vecinos”, apuntó.

Mostrar comentarios