Saná, 14 sep.- El enviado de la ONU para Yemen, Yamal Benomar, inició hoy una nueva ronda de negociaciones entre la Presidencia yemení y el movimiento rebelde chií de los hutíes, después del fracaso del último acuerdo para poner fin a la crisis.
Ambas partes solicitaron la mediación de Benomar para "hallar una solución pacífica a la actual crisis", según informó un comunicado de la oficina en Saná del emisario internacional.
El enviado celebró ya anoche reuniones con representantes de la Presidencia y de los hutíes y trata de alcanzar "un acuerdo político que goce de un consenso nacional y que sea aplicado lo más pronto posible".
Benomar instó en la nota a ser conscientes de la gravedad de la actual etapa que vive el país, y a colaborar de una manera "seria, constructiva y consensuada".
Recordó que la iniciativa de los países del golfo Pérsico (que auspició el traspaso del poder en Yemen en 2012), los resultados de la conferencia del diálogo nacional y las resoluciones de la ONU son "la referencia para resolver todos los conflictos y concluir el proceso político".
Por su lado, una fuente presidencial dijo a Efe que las negociaciones entre ambas partes se estancaron debido a "que los hutíes han presentado nuevas demandas cada vez que se ha estado a punto de alcanzar un pacto".
En ese sentido, señaló que el movimiento chií -que controla las provincias de Saada y Amran- pide ahora que se les otorgue una salida al mar Rojo, dentro de la nueva división federal que las autoridades aplicarán.
Asimismo, exige la disolución del Parlamento y un anuncio constitucional para formar un consejo nacional en que estén representados, dijo la fuente.
La Presidencia yemení anunció el pasado jueves que habían llegado a un acuerdo con los hutíes para formar un nuevo Gobierno y para que los rebeldes retiraran a sus combatientes, pero poco después estallaron de nuevo choques.
El movimiento chií comenzó las protestas al principio con sólo dos demandas: la destitución del actual Gobierno y la formación de uno de alianza nacional; y la restauración de los subsidios a los productos petrolíferos.
Desde el pasado mes de agosto los hutíes han mantenido protestas en Saná, en cuyos alrededores tienen apostados a miles de milicianos para forzar la renuncia del Ejecutivo.
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