La presión sobre la deuda de Portugal sube tras el corte de Standard & Poor's

Lisboa, 16 ene.- La presión sobre la deuda soberana lusa se recrudeció hoy después de la rebaja en dos escalones de la nota de Portugal decretada el pasado viernes por la agencia Standard & Poor's, hasta "BB", calificación equivalente a "bono basura".

En el primer día de reapertura de los mercados tras este recorte, Portugal volvió a ver subir los intereses que penalizan sus obligaciones a dos, cinco y diez años, en un cambio de tendencia contrario a la evolución a la baja registrada en las dos primeras semanas del año.

El corte de Standard & Poor's (S&P) también afectó al principal índice bursátil lisboeta, el PSI-20, que perdía a las 11.50 GMT en torno a un 1,2 por ciento.

Concretamente, la deuda lusa a diez años cotizaba hoy en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública- al 12,76 por ciento, casi cinco décimas más que a finales de la semana pasada.

La penalización de las obligaciones portuguesas a cinco años se situaba hoy en el 15,59 por ciento, ocho décimas por encima del interés registrado el viernes.

A dos años, los títulos lusos se compraban hoy al 13,17 por ciento, casi un punto porcentual más que hace tres días.

Con la rebaja del viernes, la nota de Portugal es considerada por las tres principales agencias de calificación del mundo (la propia S&P, Moody's y Fitch) como "inversión poco recomendable", es decir, "bono basura".

El Gobierno luso ya lamentó el viernes de forma oficial la decisión de S&P, que calificó de "infundada" e "inconsistente" en relación a los motivos esgrimidos por la entidad en anteriores ocasiones para justificar sus cortes.

De esta forma, Portugal continúa bajo la presión de los mercados pese a la severidad de su programa de ajustes, y que incluye rebajas salariales a funcionarios, recortes en el gasto público y un incremento generalizado de los impuestos.

Los intereses que paga el país por su deuda continúan siendo elevados pese a su petición de rescate financiero a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, en abril de 2011, cristalizada en la concesión de préstamos por valor de 78.000 millones de euros para cubrir sus necesidades financieras a largo plazo.

A corto plazo, el país continúa realizando periódicamente subastas públicas de deuda, la próxima este mismo miércoles, cuando pretende colocar entre 2.000 y 2.500 millones de euros en bonos a tres, seis y once meses.