Río de Janeiro, 19 sep.- Brasil produjo en agosto pasado 2,83 millones de toneladas de acero bruto, volumen 6,3 por ciento inferior al del mismo mes de 2011 como consecuencia de la retracción provocada por la crisis económica internacional, informó hoy la patronal del sector.
La producción acumulada en los ocho primeros meses del año fue de 23,2 millones de toneladas, con una reducción del 3,3 por ciento frente al mismo período del año pasado, según las cifras divulgadas por el Instituto de Acero de Brasil.
El organismo atribuyó la merma de la producción brasileña a la caída de las exportaciones por el contexto internacional desfavorable y caracterizado por "un excedente de capacidad mundial por encima de 500 millones de toneladas, el déficit fiscal de Estados Unidos, la crisis en la zona del Euro y la desaceleración en China y otros mercados emergentes".
Brasil, mayor productor y exportador mundial de hierro, es la potencia siderúrgica de América Latina y está entre las diez mayores del mundo.
De acuerdo el Instituto, como el panorama de la industria siderúrgica mundial es de pequeña recuperación, es necesario que el Gobierno brasileño adopte medidas para corregir las asimetrías competitivas y defenderse de las prácticas desleales de comercio.
Según los productores, las medidas del Gobierno para incentivar el sector, principalmente la reducción de las tarifas de energía y de los costos laborales, pueden aumentar la competitividad de la siderurgia brasileña a largo plazo.
El sector considera que el consumo de acero en Brasil puede aumentar debido a las obras necesarias para el Mundial de fútbol que el país organizará en 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, así como al programa gubernamental de incentivo a la construcción de viviendas populares.
El Instituto constató que el consumo brasileño de productos siderúrgicos aumentó un 1,7 por ciento en los primeros ocho meses de 2012 y alcanzó los 17,2 millones de toneladas.
El incremento del consumo fue impulsado principalmente por las fábricas de vehículos, que aumentaron su producción gracias a los incentivos fiscales anunciados en los últimos meses por el Gobierno para socorrer a ese sector.
Las ventas de las siderúrgicas nacionales crecieron un 1,4 por ciento frente a los ocho primeros meses de 2011, hasta los 14,7 millones de toneladas.
El aumento del consumo fue atendido en parte por las importaciones, que llegaron a 2,6 millones de toneladas entre enero y agosto, con un crecimiento del 5,7 por ciento frente al mismo período de 2011.
En contrapartida, las exportaciones descendieron a 6,6 millones de toneladas, con una caída del 12,4 por ciento en comparación con los ocho primeros meses del año pasado como consecuencia de la reducción de la demanda mundial.
Sólo en agosto las exportaciones cayeron un 29,3 por ciento frente al mismo mes del año pasado y quedaron en 737.000 toneladas.
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