La rebaja de rating presiona a las cajas para sellar más fusiones

  • A falta de once días para que caduque el plazo dado por el Gobierno para pedir ayudas al Frob, se han multiplicado las presiones para que las entidades solteras cierren nuevos matrimonios, debido a la amenaza de nuevas rebajas de su calificación crediticia, que pondrían todavía más en riesgo su solvencia. Badajoz, CAI, Círculo y Bancaja son las entidades que más están en el disparadero.
Ruth Ugalde

Era la puntilla que quedaba, y ha llegado. La rebaja de calificación crediticia de Fitch al Reino de España y a un importante puñado de entidades -Sabadell, Banco de Valencia, CAM y Bancaja- ha tensado todavía más la cuerda y ha puesto en la picota el actual mapa de fusiones, hasta el punto de que nadie descarta un goteo de movimientos en los próximos días. Sobre todo, en el entorno de Caja Madrid.

De hecho, desde diversos medios se ha apuntado que la entidad presidida por Rodrigo Rato tiene en su disparadero engullir también a Caja Inmaculada (CAI), Caja Círculo, Caja Badajoz e, incluso, Bancaja. Detrás estaría la necesidad que tiene Caja Madrid de ganar tamaño para poder pedir hasta 3.000 millones de euros al Frob.

Aunque todas las afectadas han rechazado públicamente que estén negociando con la entidad madrileña, la realidad es que las presiones se han multiplicado en los últimos días y diversas fuentes aseguran que tanto desde el Banco de España como desde algunos frentes políticos se están multiplicando los esfuerzos para incorporar más caja a los procesos ya anunciados.

Sobre todo, porque nadie quiere correr el riesgo de nuevas rebajas de rating, nada descartables, que pondrían todavía más en riesgo la solvencia de las entidades y volverían a dejar a España en evidencia.

Además, la salud financiera de estas entidades ya se va a ver seriamente mermada por el cambio contable anunciado por el Banco de España, y que obligará a las entidades a provisionar en un año el 20% de los créditos morosos, frente al horizonte de hasta seis ejercicios actual, y sumar otro 10% si dicha deuda continúa en el balance de las cajas un año después.

De hecho, la elevada exposición al ladrillo y a la morosidad que lleva aparejada es uno de los criterios que ha argumentado Fitch para rebajar la nota de CAM y Bancaja a BBB+ con perspectiva negativa y BBB con perspectiva estable, respectivamente. Sabadell y Banco de Valencia han recibido un golpe similar por parte de la misma agencia, mientras que S&P ha puesto en perspectiva negativa a Caja Madrid.

Todo un aviso que amenaza con repetirse este mismo mes, cuando lleguen las revisiones de Moody's, a quien el año pasado no le tembló el pulso para bajar de golpe la nota a 25 bancos y cajas españoles.

Suma y sigue, porque todavía no hace ni tres meses que S&P bajó de categoría a todo el sistema bancario español, al que relegó al nivel 3, siendo 10 el peor, porque considera que es probable que el sistema financiero sufra importantes pérdidas por la morosidad.

Las vascas BBK, Kutxa y Vital parecen las únicas que están en condiciones de poder seguir en solitario, tanto por su mayor independencia de los dos barones de los dos grandes partidos políticos, PSOE y PP, como por sus ratios de solvencia, que en el caso de la vizcaína le lleva a liderar la clasificación con una Tier-I del 14,5%, cuatro puntos superior a la de gigantes como La Caixa o Santander.

Entre las cajas que todavía no han sellado ningún matrimonio también se encuentran Pollensa y Onteniente, pero su reducido tamaño y relativa solvencia les deja un poco al margen de las grandes presiones. Otro caso son Ibercaja y Unicaja. La primera siempre ha defendido que no tiene intención de afrontar un proceso en estos momentos, y su Tier-I del 9,5% le confiere argumentos para defender su independencia, mientras que la segunda ya ha engullido a Caja Jaén y no descarta volver a la lucha por Cajasur cuando el Frob abra la veda.

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