El virus acaba con las procesiones

La ruina de un nazareno: gastarse 3.000 euros para dejar el hábito en el armario

La ruina de un nazareno: gastarse 3.000 euros para dejar el hábito en el armario. / EFE
La ruina de un nazareno: gastarse 3.000 euros para dejar el hábito en el armario. / EFE

La cruz de guía de la Esperanza de Triana tenía previsto salir a las 2.15 horas de este viernes de la Capilla de los Marineros del popular barrio sevillano. Detrás, 2.500 nazarenos de una de las hermandades que más penitentes ponen en la calle en la Semana Santa sevillana -junto con la de la Macarena, el Gran Poder, San Bernardo, San Gonzalo, la Estrella o Los Gitanos-, las bandas de música y los pasos del Cristo de las Tres Caídas y la Esperanza Macarena a hombros de los costaleros. Este año, sin embargo, la 'madrugá' será en Sevilla, como en toda España, de "streaming, Twitter, salón y pasillo". El hábito estará colgado en el armario y eso, para un cofrade, "es un enorme palo moral y anímico, porque estamos esperando todo el año para salir en procesión, hacer la estación de penitencia, y también lo es en el plano económico", reconoce Luis, uno de esos miles de nazarenos que hubiera realizado con su hermandad trianera la estación de penitencia para volver con la virgen a su barrio, al otro lado del Guadalquivir, al mediodía del Viernes Santo.

Una ruina económica para los 70.000 nazarenos y costaleros, para las 71 hermandades que procesionan en Sevilla entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección... y para la ciudad. La Semana Santa deja en la urbe 400 millones de euros anuales en hostelería, alojamientos, sastrerías, tiendas de recuerdos, floristerías, bandas de música.... Por ejemplo, sólo en alojamientos, el sector turístico de Málaga estima que se dejarán de ingresar 125 millones de euros y en Jaén y Córdoba alrededor de 15 millones de euros. Una situación que se repite en todas las provincias andaluzas o en otras regiones españolas con gran tradición procesional, como Castilla y León, o Aragón, con sus célebres 'tamborradas' del Bajo Aragón.

¿Cómo afecta dicha ruina económica a un nazareno como Luis? ¿Cuánto cuesta salir como penitente en alguna de las 71 cofradías de la ciudad? Precisamente, la Esperanza de Triana es de las más caras. Un nazareno de esta hermandad puede gastarse entre 2.500 y 3.000 euros entre la túnica de terciopelo, la capa de lana de merino, con los escudos bordados a mano y el cíngulo de oro y seda, a lo que suman complementos como el capirote, los guantes y los zapatos. Cifras muy semejantes, aunque algo menores, a las que se manejan en otras hermandades como la Macarena o los Gitanos.

Luis explica que "yo tengo un buen trabajo (es informático) y este año no pude irme de vacaciones por razones que no vienen al caso, así que ya en septiembre aproveché ese dinero que no gasté en verano para encargar mi traje nuevo de nazareno. El hábito completo, con todos los complementos, me costó 1.600 euros pero es cierto que si el cíngulo es de oro, los escudos bordados a mano, etcétera, te puedes gastar hasta 2.500 o 3.000 euros. Pero este año el hábito estará colgado en el armario porque no hace falta para procesionar por el pasillo de casa", dice sin perder la guasa sevillana. Luis también ha abonado los 56 euros de la cuota anual de su hermandad y los 30 de la 'papeleta de sitio', que es el canon para formar parte de la fila de nazarenos de la Esperanza de Triana. Un dinero que la mayoría de hermandades va a donar a obras de caridad o en ayuda para los más necesitados en estos tiempos de pandemia.

Más económico, aunque también más duro físicamente, es salir como costalero, soportando sobre la séptima vértebra cervical el peso del paso. La media, entre el costal, la camiseta, el pantalón, las zapatillas, la morcilla... se puede situar en el entorno de los 100 euros por costalero además, como los nazarenos, de la cuota anual y la papeleta de sitio. 

Túnicas Nazarenas, empresa de Dos Hermanas (Sevilla), confecciona túnicas, capas y antifaces para los capirotes de los nazarenos para las hermandades sevillanas pero también para cofradías de Toledo, Madrid, Castilla y León o Barcelona porque es la única tienda online de este tipo que existe en España. Mari Carmen Arellano es la dueña de este negocio que emplea a cinco personas durante todo el año y a 20 entre Navidad y Semana Santa, la época más fuerte en la que se concentran los pedidos. Este año, cuando ya estaban en marcha el 90% de confecciones, el Covid-19 provocó la suspensión de las procesiones. "Es decir, notaremos la crisis el año que viene", augura. De momento, "toca arrimar el hombro":  en Túnicas nazarenas se afanan en la confección de mascarillas, batas y material textil para los centros sanitarios.

Nazarenos de la Hermandad del Cerro del Aguila en Sevilla durante su recorrido procesional por las calles del popular barrio sevillano en este Martes Santo. EFE/Raul Caro
Nazarenos de la Hermandad del Cerro del Aguila en Sevilla. / EFE

Hasta 150.000 toneladas de cirios, hachones y otros tipos de velas salieron hace ya semanas de la centenaria empresa Cera Bellido, ubicada en Andújar (Jaén), para iluminar procesiones y cultos de la Semana Santa repartidos por toda España. De momento, Manuel Bellido, la cuarta generación al frente de la empresa, que trabaja desde mediados del siglo XIX, busca fórmulas para salvar del paro a sus 16 trabajadores porque en 2021 sufrirán la falta de pedidos al no consumirse lo adquirido este año.

Una de las grandes hermandades de Sevilla se gasta en 'ponerse' en la calle unos 45.000 euros, según fuentes del Consejo de Hermandades. En Granada, la Federación de Hermandades y Cofradías sitúa entre 300.000 y 350.000 euros el coste de los preparativos para las 32 cofradías de la ciudad. En Almería, el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería, Isaac Vilches, estima que sacar a una Hermandad a la calle cuesta alrededor de 35.000 euros ya estaban gastados antes de la decisión de suspender las procesiones por el Covid-19. Algunas podrían tener "muchos problemas para subsistir".

Como todos los años, Antonio iba a salir de costalero en Madrid con la Muy Ilustre, Primitiva y Fervorosa Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno 'El Pobre' y María Santísima del Dulce Nombre en su Soledad. Cuando habla con La Información apenas faltarían 24 horas para que el Jueves Santo, como todos los años, sacara la imagen de Jesús de la iglesia de San Pedro el Viejo en la calle del Nuncio. "Qué se le va a hacer. Es una pena, pero lo importante ahora es que todos salgamos de ésta", cuenta Antonio, que hace solo cuatro fines de semana 'entrenaba' con sus compañeros por el Madrid de los Austrias. 

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