La sequía abre la carrera contrarreloj por el forraje e impulsa el sacrificio de ganado

A pesar de las Danas, que estos días están recorriendo casi toda la Península Ibérica, los efectos de meses sin apenas precipitaciones permanecen en el campo. Uno de los sectores más afectados es el ganadero, que está viendo como estos días se disparan los precios de los forrajes que son parte esencial de la alimentación de los animales. Según la Lonja Agropecuaria de León, por productos como la alfalfa se están pagando estos días precios de entre 400 y 420 euros por tonelada; así como entre 90 y 120 euros/tonelada por la paja, 320 euros/tonelada para la veza  y 260 euros por tonelada para el forraje. Todo lo anterior, junto a factores como unos costes de producción elevados (solo la alimentación animal acumuló entre enero de 2022 y el mismo mes de este año un encarecimiento del 21,26%), está provocando que muchos ganaderos quieran hacerse con estas materias primas. Mientras que, en paralelo, optan por sacrificar parte de la cabaña ganadera para sobrellevar los costes de producción. Algo que sucede, especialmente, en el bovino. 

"Todo esta subiendo y los ganaderos quieren proveerse de forrajes para todo el año", reconoce Lluc Areny que es analista en MercaLleida en referencia a los costes de producción a pesar de la rebaja de los cereales por la entrada de grano ucraniano. Mercalleida que es otra de las lonjas agrarias de referencia por la importante actividad agricola alrededor del Canal de Urgell ,que este año se ha cerrado por la sequía junto con el  Segarra. "La producción nacional se está quedando, ya que no hay tanta", apunta Areny sobre un forraje que en condiciones normales iría a la exportación. Además estima que la disponibilidad se encuentra ahora a la mitad de lo habitual. "Si llueve mucho más el precio caerá", añade este experto sobre las recientes tormentas y añade que, de no incrementarse de forma relevante las precipitaciones prolongándose en el tiempo, la materia prima disponible en esta parte del país "se terminaría a finales de junio o julio".   

Fuentes de Asaja denuncian la especulación con el forraje. Lo que achacan a la sequía y al "periodo de retención para el pago acoplado de la Política Agraria Común (PAC)", es decir, cuando a efectos regulatorios y contables ya es posible dar salida a los animales una vez percibida la ayuda. En este sentido, lamentan que se esté pagando por la alfalfa o la paja alrededor de los 30 céntimos por kilo.

Merma en la cabaña ganadera 

Sobre un alza en el número de cabezas sacrificadas en la cabaña ganadera, desde Asaja rebajan la gravedad, aunque sí admiten aumentos en zonas como Salamanca, Cáceres y Andalucía. Un problema localizado especialmente en el vacuno y "algo de ovino". "Pasa casi todos los años, pero ahora con la sequía los mercados están tensos", apuntan las fuentes consultadas. 

Por su parte, fuentes de UPA consultadas por La Información apuntan que en enero de este año se recuperó la "tendencia positiva" en el número de cabezas sacrificadas de bovino si bien no aumentó la producción de carne. En concreto, apuntan, que "la disminución en el peso medio de la canal indica que el ganado sacrificado era más joven". ¿Y en la actualidad? Desde esta misma organización agraria creen que esta tendencia seguirá "en los próximos meses dado el nivel de los costes de alimentación y los efectos nocivos de la sequía, en cuanto a la producción de forrajes y el aprovechamiento de los pastos". De igual modo,  critican que el precio percibido por los ganaderos registre "caídas semanales de 2 y 3 céntimos por kilo".

Sin embargo, un handicap importante es la ausencia de estadísticas oficiales que solo registran las cabezas sacrificadas de bovino en los mataderos hasta febrero. En el segundo mes del año se registró el sacrificio de 194.968 cabezas frente a las 202.622 de enero. Las fuentes consultadas, añaden, que en 2021 se sacrificaron 2,55 millones de cabezas solo en bovino por 2,59 millones del año pasado. 

"El doble o triple de un año normal" 

Carles Comoreras, ganadero en Martorell (Barcelona), tiene 30 hectáreas de cultivo para alimentar a los animales que engordan en su explotación con vistas a la producción de carne. Sobre el forraje, confiesa que los precios rondan "el doble o triple de un año normal" con la avena pagándose a 230 euros la tonelada, la alfalfa a unos 420 euros/tonelada. Por contra, reconoce que el cereal están cayendo "por el que viene de Ucrania y las buenas previsiones de producción en Estados Unidos".

En cualquier caso, coincide con otras fuentes en que "la falta de forraje puede estar llevando a ganaderos a sacrificar ganado" y recuerda que España es excedentario en carne y que se exporta mucha fuera de nuestras fronteras en barco, a través de puertos como el de Tarragona.