La sequía en EEUU siembra la preocupación en el campo español

  • La peor sequía en medio siglo en Estados Unidos amenaza con desencadenar un encarecimiento de las materias primas, lo que afectará especialmente a los ganaderos, en un año en que la cosecha nacional de cereal también se ha reducido y la soja, indispensable en los piensos, está en máximos históricos.

María Fernández García

Madrid, 16 ago.- La peor sequía en medio siglo en Estados Unidos amenaza con desencadenar un encarecimiento de las materias primas, lo que afectará especialmente a los ganaderos, en un año en que la cosecha nacional de cereal también se ha reducido y la soja, indispensable en los piensos, está en máximos históricos.

Fuentes del sector consultadas por Efeagro comparten la preocupación por las noticias que llegan del otro lado del Atlántico, ya que España tendrá que aumentar su importación de cereal ante la merma ocasionada por la sequía de la pasada primavera en la producción de cereal de invierno nacional, de en torno al 30 % frente a la campaña anterior.

Según las últimas estimaciones de Cooperativas Agro-Alimentarias, España necesitará importar cerca de 12 millones de toneladas de cereal de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale) para atender a la demanda, una cifra que supera ligeramente la producción nacional, estimada en 11,37 millones de toneladas.

El único cultivo que hasta ahora se ha "salvado" en España es el maíz, con la recolección en marcha o a punto de comenzar y del que se espera una cosecha normal, si bien los productores también se temen que vea arrastrado por el alza mundial en los precios.

La situación en Estados Unidos, donde la falta de lluvia afecta ya al 88 % del maíz y el 77 % de la soja, se suma a las malas cosechas registradas en países de Europa oriental como Bulgaria, Rumanía, Ucrania o Rusia, donde ya se han perdido 5,5 millones de hectáreas de cultivos, según la estimación oficial.

Estos países constituyen el tradicional "granero de Europa", en palabras del responsable sectorial de cereal de Asaja, Manolo Vázquez, quien ha indicado que existe una "tendencia firme al alza de precios" en los cereales y actualmente "nada indica que puedan bajar a corto plazo".

Vázquez considera necesario que los precios de los productos ganaderos sean "acordes de los costes de producción" y el sector pueda asumir el encarecimiento.

Pero la preocupación del sector primario por la subida de precios del cereal no se debe solo a la caída de producción mundial, sino también a la especulación a la que estas materias primas han estado sometidas en los últimos años.

Para el secretario general de COAG, Miguel Blanco, la actual volatilidad en las cotizaciones se debe "solo en parte" a la sequía; también la apuesta de los especuladores, que tratan de "sacar ventaja más allá de lo razonable", hace imprescindible una regulación de los mercados.

Blanco ha recordado que los ganaderos este año sufren un incremento del 25 % en el precio del cereal con respecto a 2011 y que llevan cinco años soportando un encarecimiento constante en los piensos, que pueden llegar a suponer hasta el 70 % del coste productivo en sectores como el porcino.

Los perjuicios pueden llegar también hasta los cultivadores, ya que "si desaparece un porcentaje importante de la cabaña ganadera, que son los primeros consumidores del cereal cultivado en España, eso repercutirá también negativamente en los agricultores", ha apuntado.

Además de la regulación de los mercados, con mecanismos como el almacenamiento de cereal para equilibrar los años de buenas cosechas con los deficitarios, desde el sector se piden políticas de preferencia para los cultivos comunitarios, para garantizar la soberanía alimentaria.

El caso más sangrante actualmente es el de la soja, apenas cultivada en Europa e insustituible como proteína en la alimentación animal, de la que España importa cada año 4 millones de toneladas, en su inmensa mayoría de Argentina.

El encarecimiento a nivel mundial de la soja, que en algunos piensos supone hasta el 40 % de la materia prima, se ha visto agravado en el caso español por los problemas derivados del conflicto con el Gobierno argentino por la expropiación de Repsol, con una subida próxima al 30 % desde entonces.

Según el secretario de agricultura de UPA, Ignacio Senovilla, en algunos casos no se han renovado contratos con exportadores argentinos, sustituidos por compras de soja a Brasil, "más cara".

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