La Comisión Europea por fin ha levantado su silencio sobre la situación política en España. Pero sus palabras no han sido la que muchos esperaban: la inestabilidad gubernamental podría lastrar, todavía más, la economía.
En el informe España 2016, que se hará público en febrero, analiza los graves desequilibrios que aún arrastra la economía y advierte que "las dificultades para formar Gobierno podrían desacelerar la agenda de reformas y provocar una pérdida de confianza y un deterioro del sentimiento del mercado".
De esta manera, aunque Bruselas constata que la economía se recupera, vuelve a crear empleo y sus numerosos puntos débiles mejoran, insiste en los "enormes desequilibrios" que persisten, en particular los altos niveles de deuda y paro.Deuda y paro: principales problemas en España
"El país es vulnerable a la volatilidad en los mercados", es la idea fundamental del documento, en que alerta que España está especialmente expuesta a una recaida tras la crisis si remiten los vientos de cola que tiran del PIB español (las medidas del BCE, el desplome del petróleo).
Otro punto que preocupa especialemente a la Comisión es la posibilidad de que los partidos de izquierda reviertan la reforma laboral cuando el paro sigue por encima del 20% y la dualidad del mercado de trabajo presenta cifras preocupantes.
El borrador del informe —90 páginas sobre la evolución reciente de la economía española— "está sujeto a cambios de última hora y a la inclusión de los últimos datos", según las fuentes consultadas. "Se está revisando con lupa", añaden.Junker pide un gobierno estable cuanto antes
En este sentido, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lleva días reiterando su llamamiento a la formación "lo antes posible" de un Gobierno "estable" en España y que esté "a la altura", si bien ha rechazado "interferir" en cuál debe ser la composición de dicho Gobierno o la respuesta al desafío independentista en Cataluña.
"No debo interferir en la composición detallada del Gobierno español, ni expresarme sobre los movimientos que se dan en ciertas regiones y provincias españolas. Quisiera simplemente que España se muestre a la altura", ha señalado.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha descartado dar "consejos en público, porque nunca son escuchados", pero ha asegurado que en "despachos más cerrados" su mensaje a España se centra en la necesidad de estabilidad.
"Quisiera que España se dote lo antes posible --porque es un miembro de la zona euro-- de un Gobierno estable", ha dicho al respecto, reiterando el mensaje que mantiene la Comisión desde el día después de las elecciones.
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