La UE inicia otra reunión histórica para intentar poner fin a la crisis

  • Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea inician hoy una reunión de dos días que se presenta de nuevo como una ocasión histórica para restaurar la confianza en los mercado y poner fin a la crisis que atraviesa la zona euro.

Bruselas, 8 dic.- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea inician hoy una reunión de dos días que se presenta de nuevo como una ocasión histórica para restaurar la confianza en los mercado y poner fin a la crisis que atraviesa la zona euro.

La canciller alemana, Angela Merkel; el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, mantendrán un encuentro previo al que celebrarán con los Veintisiete para intentar acercar posturas.

Los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, participarán también en la reunión, que precederá a la cena informal con la que dará comienzo en Bruselas la cumbre a las 18.30 horas GMT.

Los líderes europeos dedicarán la cena a analizar la propuesta de Van Rompuy para reforzar la unión económica en la que se plantea introducir cambios al tratado de funcionamiento del fondo europeo de rescate permanente (MEDE) y reforzar la disciplina fiscal, lo que requiere cambios en los tratados europeos.

Van Rompuy sugiere otorgar al MEDE condición de institución crediticia, por lo que podría solicitar financiación al Banco Central Europeo, y permitirle prestar dinero directamente a las entidades financieras.

Asimismo, propone eliminar la cláusula que limita su dotación máxima a 500.000 millones de euros y precisar la que prevé una posible participación del sector privado en los rescates, para dejar claro que la condonación del 50 % de la deuda de Grecia fue una excepción.

La UE analizará, por otro lado, si es posible reformar los tratados por una doble vía en dos tiempos, como sugiere Van Rompuy y rechaza de manera frontal Alemania, partidaria de un cambio en profundidad.

El líder del Consejo Europeo sugiere obligar primero a los países del euro a introducir en sus constituciones nacionales la llamada "regla de oro", que fija un tope de déficit, mediante un procedimiento rápido que sólo requiere la unanimidad de los líderes europeos y llevaría como máximo dos o tres meses.

A esa primera fase se sumaría un proceso más largo, probablemente de dos o tres años, para reforzar los mecanismos automáticos de toma de decisiones en casos de déficit excesivo, que además precisaría ratificación en cada uno de los Veintisiete y no excluye la posibilidad de que algún socio europeo decida convocar un referéndum.

Las propuestas de Van Rompuy chocaron con la oposición de Alemania que, en un movimiento estratégico propio de las vísperas de una cumbre de esta envergadura, se mostró muy descontenta con la idea de empezar los cambios al tratado por una reforma rápida en lugar de integral.

Berlín reiteró también su oposición a los eurobonos, una posibilidad que Van Rompuy dejó abierta a largo plazo y sobre la base de unos criterios estrictos de disciplina presupuestaria y competitividad económica; al recurso al BCE y a la ampliación de la dotación del MEDE por encima de 500.000 millones de euros.

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