Las familias de Vocento se ven las caras en el primer consejo tras la rebelión

Llegó la hora de la verdad. Hoy por la mañana se reúne el consejo de administración de Vocento. Se trata de la prima cita de las altas instancias desde que los Urrutia y los Bergareche dieran un golpe de mano y solicitaran convocar una Junta General Extraordinaria.

Fue el pasado 27 de febrero y, desde entonces, los contactos se han ido manteniendo individualmente. Pero ha llegado el día en que todos los bandos deberán sentarse alrededor de la misma mesa y poner gran parte de las cartas que tienen sobre la mesa.

Entre otros motivos, porque de esta reunión saldrá la fecha de la próxima Junta. Tanto si se convoca la ordinaria, como la extraordinaria, los Urrutia-Bergareche aprovecharán la cita para introducir en el orden del día los puntos que desean someter a la votación de todos los accionistas: se cese de los actuales consejeros, reducción del número de miembros de este órgano, y nombramiento de nuevos administradores.

Por tanto, la hora de la verdad llegará entre el 21 y 28 de abril próximos, ya que la primera fecha cumple junto con el mes mínimo de plazo que debe darse desde su convocatoria por parte del consejo y la celebración; mientras que la segunda cumple los dos meses que, como máximo, permite la ley cuando un grupo de accionistas solicita esta convocatoria.

Fuentes consultadas por lainformacion.com aseguran que los Urrutia-Bergareche aprovecharán el consejo de hoy para detallar más los planes que tienen para la compañía, pero sin desvelar su propuesta de nuevo presidente ni los nombres de los independientes que llevarán a la Junta.

En juego está, sobre todo, recibir el respaldo de las hermanas Luca de Tena, hasta ahora fieles aliadas de los Ybarra, pero a quienes los malos números del grupo podría llevar a replantearse un cambio de signo.

Por el momento, los Urrutia-Bergareche cuentan con el apoyo de Doniños de Inversiones; sociedad de inversión presidida por el gallego Manuel Jove; las firmas Housediet, Finverki y Kiluva, las tres controladas por el empresario Félix Revuelta y Casgo, sociedad de la familia del financiero Jaime Castellanos.