Oporto (Portugal), 9 may.- Las organizaciones patronales de España y Portugal reclamaron hoy a sus respectivos gobiernos que adopten políticas de "moderación de precios y salarios" para recuperar la competitividad y defendieron la creación de eurobonos.
Ésta es una de las principales conclusiones del encuentro que han mantenido hoy en Oporto la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Industrial de Portugal (CIP) -celebrada de forma paralela a la cumbre entre los gobiernos de ambos países- y que ha reunido a 130 empresarios.
Para las patronales, desde el nacimiento de la UE "algunos países han recorrido un camino de gran divergencia en términos de competitividad, compensada inicialmente por la elevada afluencia de activos extranjeros".
Ahora, en tiempos de crisis, para recuperar terreno perdido y "volver a crecer y generar empleo" es necesario "un esfuerzo de moderación de precios y salarios respecto al resto de países de la zona euro".
A la presentación de estas conclusiones asistieron el presidente español, Mariano Rajoy, y el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, nada más dar por terminada la vigésimo quinta edición de la Cumbre Ibérica, celebrada también en Oporto.
Otro de los puntos del documento elaborado por los empresarios y elevado a los gobiernos de ambos países propone "la creación de obligaciones europeas -conocidas habitualmente como eurobonos- a medio plazo y para cuyo acceso sea imprescindible un estricto cumplimiento de lo acordado en materia presupuestaria y de reformas estructurales".
Mientras España se ha mostrado a favor de este instrumento, el Ejecutivo conservador de Passos Coelho converge más con las tesis de Alemania, que se opone frontalmente al proyecto.
Tanto el presidente de la patronal lusa, António Saraiva, como el de la española, Juan Rosell, saludaron las reformas puestas en marcha por sus respectivos gobiernos, aunque incidieron en la necesidad de que el crédito fluya para que las empresas puedan financiarse.
"Las dos patronales ibéricas apelamos a los gobiernos a que defiendan con firmeza en la UE que las políticas europeas contribuyan a los esfuerzos realizados en ambos países" para sanear sus economías, argumentó Saraiva.
Rosell, por su parte, consideró que hará falta "reconstruir el euro" para mejorar su consistencia de forma que "los costes de financiación de las compañías sean parecidos en toda Europa, de norte a sur y de este a oeste".
"Ahora unos pagan un 6 por ciento de interés para financiarse -en referencia a países como España y Portugal- mientras para otros la tasa de interés es del 1,5 por ciento", abundó.
El presidente del Gobierno español recordó que las agendas de ambos países están en "clara sintonía" en materia de reformas estructurales e incluso "comparten objetivos", como el de corregir el déficit público.
"Es una situación difícil y compleja, pero estoy absolutamente convencido de que se puede superar. Los dos ejecutivos tienen determinación, ganas y coraje para hacer lo que se tiene que hacer", subrayó Rajoy.
Apuntó, además, que España "cumplirá con sus obligaciones" y reducirá el déficit al 5,3 por ciento este año y al 3 por ciento en 2013, tal y como estaba previsto, pese a los rumores de que la UE podría flexibilizar el cumplimiento de estas metas.
Del lado portugués, Passos Coelho recordó a los empresarios la necesidad de que recurran a formas de financiación diferentes y no sólo al sistema bancario.
El primer ministro luso, en el poder desde junio de 2011, señaló que España y Portugal deberían "ser socios en vez de competidores" a la hora de llegar a economías emergentes.
Precisamente la creación de alianzas hispano lusas para nuevos mercados -favoreciéndose mutuamente de las relaciones de cada país con naciones de habla portuguesa y española- fue otra de las conclusiones de la cita empresarial, que se dividió en tres grupos: Infraestructuras, cooperación transfronteriza y terceros mercados. EFE
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