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Cómo poner límite al gasto de una tarjeta de crédito y evitar sustos en Navidad

Si quieres evitar el exceso de gasto durante las compras navideñas, debes saber que a tu tarjeta de crédito del banco puedes ponerle un límite para que la factura a final de mes no sea más elevada de lo que puedes pagar.

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¿Cómo elegir el límite para gastar con una tarjeta de crédito?
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Utilizar una tarjeta bancaria para pagar o para sacar dinero en efectivo de una cuenta es algo muy habitual actualmente y más en las fechas en las que nos encontramos en las que las compras para celebrar la Navidad se multiplican. La tarjeta es uno de los principales instrumentos de pago al por menor en la Unión Europea. Según el Banco de España (BdE), hay más de 800 millones de unidades en circulación en toda Europa y el volumen anual de transacciones superior a los 60.000 millones de euros. Al pagar con tarjeta los consumidores pueden perder la conciencia del gasto real que están realizando, por ello establecer un límite de gasto puede ayudarte a evitar enfrentarte a una factura más elevada de lo que puedes pagar.

Estas tarjetas bancarias pueden ser diferentes según sus características. Principalmente, destacan las tarjetas de crédito y las de débito. Se diferencian en que las tarjetas de débito permiten hacer uso de los fondos que tiene la cuenta del titular –corriente o de ahorro- a la que está asociada. En la tarjeta de crédito, en cambio, es posible hacer pagos u obtener fondos, hasta cierto límite, a crédito -prestados-. A cambio el dinero deberá ser devuelto en los plazos previstos y junto a unos intereses pactados.

Sobre las tarjetas de crédito, el BdE recuerda que "tiene las mismas consecuencias que disponer de cualquier otro crédito o modalidad de financiación: estás obligado a devolver el dinero y pagar los intereses establecidos”. La devolución del dinero que se ha utilizado debe hacerse de la forma y en los plazos previstos, normalmente en los primeros días de cada mes y se pueden elegir distintas modalidades de pago.

Límite pactado en el contrato de la tarjeta de crédito

El límite del crédito disponible es uno de los puntos clave que se debe pactar entre el banco y el cliente. Es el importe máximo que podrá usar el titular de la tarjeta a crédito. Es decir, cada vez que se hace uso de la tarjeta, los importes se van sumando hasta que se alcance el límite fijado. En ese momento, el titular de la cuenta ya no podrá hacer uso de la tarjeta de crédito.

En la fecha de pago, el cliente debe pagar el dinero utilizado y los intereses pactados y de nuevo puede volver a utilizar el crédito disponible. Habitualmente, los plazos de pago son mensuales. Todos estos datos, la frecuencia de pago, intereses y límite de crédito deben figurar en el contrato de la tarjeta. De manera habitual, el límite de crédito se fija según el nivel de solvencia de cada titular. No obstante, cualquiera de las partes puede modificar el importe en cualquier momento.

Por una parte, el cliente puede solicitar cambiar el límite de crédito. “Si lo quieres bajar, la entidad no te pondrá pegas”, apunta el BdE. No obstante, avisa que, si se solicita subirlo, el banco deberá dar su autorización y suele existir un límite de crédito máximo para cada categoría de tarjeta. En el caso de la entidad bancaria, también puede modificar el límite del crédito disponible atendiendo a su política de riesgos y a las características personales y de solvencia económica del cliente.

Formas de pago de la tarjeta

En las tarjetas de débito el cargo en cuenta casi siempre es inmediato, pero en las de crédito esta forma es poco habitual porque no se usa crédito alguno. Otras opciones son el pago de todo lo gastado durante el mes en el primer día del mes posterior -tiene que haber saldo suficiente y no se suelen cobrar intereses- o pago según una cuota -un porcentaje sobre el dinero utilizado o una cantidad fija-.

Además, tanto las tarjetas de crédito como de débito pueden ser 'contactless' o sin contacto, es decir, aquellas que disponen de esta tecnología. De esta manera, pueden realizar los pagos sin necesidad de introducir la tarjeta en el datáfono, sino simplemente acercando la tarjeta al aparato y, en caso de que se trate de operaciones por importe superior a 20 euros -temporalmente 50 euros desde abril de 2020-, introduciendo el pin.

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