Alfonso Fernández
Washington, 26 oct.- El gigante automovilístico Ford se mostró satisfecho de su buen comportamiento en el tercer trimestre de 2011, pese a registrar un descenso de los beneficios de un 2 %, gracias a las ventas de sus vehículos en Estados Unidos.
Los beneficios de Ford se situaron en los 1.649 millones de dólares, ligeramente por debajo de los 1.700 millones del mismo trimestre de 2010, lo que significa un beneficio de 41 centavos de dólar por acción.
No obstante, los ingresos en el periodo fueron de 33.100 millones de dólares, un 14 por ciento más que hace un año, por encima de las previsiones de 29.000 millones de los analistas.
"Hemos logrado resultados sólidos en el tercer trimestre pese a un entorno de negocios incierto", aseguró el presidente de Ford, Allan Mulally, en un comunicado.
En EEUU, la compañía con sede en Michigan reportó unos beneficios de 1.500 millones de dólares, algo por debajo de los 1.590 millones del tercer trimestre de 2010, e incrementó ligeramente su cuota de mercado del 16,7 % al 16,8 % impulsado por sus precios competitivos.
Los vehículos que han mostrado un mejor comportamiento son la gama de todoterrenos, comandados por el Ford Explorer, que ha duplicado casi sus ventas desde hace un año.
Ford ha revisado al alza sus previsiones del mercado automovilístico en Estados Unidos y espera que 2011 cierre con unas ventas totales de 13 millones de vehículos, gracias al repunte visto en los últimos meses.
Espera, además, una producción global para el último trimestre de 1,37 millones de vehículos, 22.000 más que el año pasado; y en Norteamérica elevó sus planes de producción de 645.000 a 660.000 vehículos.
Por contra, en Europa, Ford concluyó el tercer trimestre con unas pérdidas de 306 millones de dólares, frente a las 196 millones del mismo periodo de 2010, lo que achacó a los desafíos económicos que enfrenta el continente europeo.
En Asia, también registró unas pérdidas de 43 millones de dólares, a consecuencia de las inundaciones que ha sufrido Tailandia en las últimas semanas y que han afectado las plantas de producción en el país.
El director financiero de Ford, Lewis Booth, valoró los resultados de manera satisfactoria, al subrayar que "el núcleo del negocio es fuerte, ya que estamos consiguiendo relativamente fuertes beneficios en una industria debilitada".
Tras conocerse los resultados, las acciones de Ford registraron una caída de 5 % en la Bolsa de Nueva York, debido a que los analistas esperaban que los ejecutivos de la compañía comentasen nuevos detalles sobre un próximo reparto de dividendos.
"Queremos volver a pagar dividendos tan pronto como nuestro balance de cuenta lo permita, y cuando estemos listos para hablar de ello lo haremos", explicó Booth en una conferencia telefónica.
Ford, a diferencia de los otros grandes del sector automotriz en EEUU como Chrysler y GM, no recibió fondos de salvamento por parte del gobierno federal tras la crisis de 2008.
Otro de los aspectos positivos para la compañía ha sido la reciente aprobación de un nuevo convenio colectivo con el Sindicato de Trabajadores del Automóvil (UAW, por sus siglas en inglés) que agregará más de 5.700 empleados en EEUU.
El repunte del sector automovilístico en EEUU ha aportado algo de optimismo a la débil situación de la economía estadounidense, cuya recuperación no acaba de consolidarse.
No obstante, los expertos han señalado que es necesario observar un crecimiento más sostenido de las ventas de automóviles, al subrayar que el alza de los últimos meses ha sido causado por los numerosos descuentos de los fabricantes y las bajas tasas de interés aplicadas.
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