Los ecologistas exigen la prohibición del cultivo de maíz transgénico en españa


Las organizaciones ecologistas exigieron este jueves al Gobierno la prohibición del cultivo de maíz transgénico en España, tras la publicación de un nuevo estudio científico e independiente que demuestra los daños ocasionados por éste en la salud de las ratas analizadas.
En un comunicado, a la luz de los resultados "tan preocupantes" de esta investigación, Amigos de la Tierra pide de nuevo al Gobierno la prohibición del cultivo de maíz transgénico en España.
"Ya existían dudas sobre la inocuidad de los transgénicos para la salud, una de las razones por las cuales otros países europeos han prohibido su cultivo en sus territorios. Con estos nuevos datos las autoridades españolas y europeas deberán suspender todas las autorizaciones de cultivo e importación de transgénicos", subraya.
Para Amigos de la Tierra, en España debe desaparecer el cultivo comercial del maíz MON810, así como los cultivos experimentales con transgénicos, entre los que se encuentra el maíz NK603.
El nuevo estudio, realizado por investigadores franceses, da a conocer los efectos provocados por el maíz transgénico de Monsanto NK603 sobre varios grupos de ratas alimentadas durante dos años con el maíz modificado genéticamente o el herbicida asociado Roundup. Según la organización, se trata del primer estudio a largo plazo que evalúa los posibles daños sobre la salud del consumo de transgénicos. Los investigadores encontraron una mayor incidencia de tumores mamarios y problemas hepáticos y del riñón, además de comprobar una esperanza de vida menor en los animales.
"Una de las primicias de la investigación es que se ha analizado la exposición durante dos años a los alimentos transgénicos. Hasta la fecha, la mayor parte de los estudios fueron realizados por la propia industria biotecnológica para conseguir la autorización europea, con test de 90 días, lo que hacía imposible conocer los efectos a largo plazo", advierte.
El estudio, en un periodo de dos años, revela que en los primeros meses no se detectan anomalías. "Esto implica que, como mínimo, se deberían revisar todas las evaluaciones de seguridad de todos los maíces transgénicos aprobados para consumo humano y animal en la UE, exigiendo estudios toxicológicos a largo plazo", concluye.
Por su parte, Greenpeace señala en una nota de prensa que las conclusiones del estudio ponen en evidencia el proceso de autorización de transgénicos en la Unión Europea, donde no se exige una evaluación de riesgos a largo plazo ni la corroboración por parte de informes independientes.
Por este motivo, amparándose en el principio de precaución, Greenpeace demanda una paralización inmediata en Europa de todos los procesos de autorización de transgénicos, así como de la experimentación con transgénicos al aire libre.
"Los resultados de este estudio refuerzan nuestros peores temores sobre los impactos negativos de los transgénicos y del glifosato en la salud humana y de los animales", declara Luís Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace España.

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